El Ayuntamiento de Almassora instalará en el 2022 los primeros compostadores en los seis colegios del municipio para transformar sus residuos orgánicos en abono para los huertos escolares. La localidad opta a la subvención de la empresa pública Reciplasa, que podría financiar la totalidad de la iniciativa en el nuevo ejercicio.

El objetivo pasa por instalar un compostador dinámico bicompartimentado de 400 litros en cada uno de los seis colegios, ubicado junto a sus respectivos huertos escolares. De esta forma, el alumnado podrá compostar la basura orgánica del comedor y los almuerzos, además de restos de sus propias zonas verdes, para conseguir así transformar los residuos en recursos y utilizarlos en los huertos de los colegios como abono.

Mecanismo sencillo

Según la programación presentada, es un mecanismo sencillo que permite obtener compost cada 6-8 semanas a través de un sistema a calor giratorio que funciona durante todo el año. Los motivos que esgrime el departamento de Gestión de Residuos para su compra se resumen en tres: su valor pedagógico para la experimentación del alumnado, la sensibilización medioambiental contra la contaminación y el aporte nutricional para las plantas de los huertos.

El departamento que dirige Javier Martí ha aprovechado esta semana la apertura del plazo para presentar los proyectos de mejora medioambiental por parte de Reciplasa para trasladar su iniciativa de cara a su implantación en el 2022. Los compostadores estarán disponibles a comienzo del año en todos los centros menos en Embajador Beltrán por las obras de nueva construcción. En este caso, se instalará unavez finalizada la edificación y habilitado el nuevo huerto escolar.

Educador ambiental

El proyecto Cultivar y compostar en la escuela, de residuo a recurso incluye también el seguimiento de un profesional que ayudará a los menores y los profesores en su desarrollo. El programa está compuesto por 210 sesiones impartidas por un educador ambiental para enseñar a profesorado y estudiantes a usar el compostador, además de incidir en el reciclaje del resto de fracciones y en la apuesta por la agricultura ecológica. De esta forma, cada colegio recibirá una clase a la semana por parte del monitor.

El proyecto de Almassora defiende esta iniciativa para potenciar el huerto escolar “como herramienta para la transmisión de saberes relacionados con la agricultura, así como valores de solidaridad, cooperación o apoyo mutuo”. Al tiempo, esta herramienta “promueve la educación ambiental en la escuela, desarrolla la sensibilidad y el respeto por el medio ambiente y potencia hábitos que promuevan la alimentación saludable y equilibrada y medioambientalmente más sostenibles”.