Los restos del que fue alcalde de Morella durante algunos meses de la guerra civil, Domingo Borrás Pascual, fueron exhumados el miércoles en el cementerio de Castelló. Unos trabajos que se enmarcan en la campaña que impulsa el Grupo por la Investigación de la Memoria Histórica con proyectos subvencionados por el Ayuntamiento de la capital y la Diputación.

Domingo Borrás fue fusilado el 10 de junio de 1941 a la edad de 51 años, cuando ya habían pasado más de dos años del final de la guerra civil, en una de las acciones de venganza del régimen franquista con las personas prorrepublicanas. Carpintero de profesión, en su caso fue un colaborador de Matías Sangüesa, quien también fue alcalde de Morella en los inicios de la República y, después, presidente de la Diputación.

Desde el Grupo de Investigación trasladaron la información obtenida de Borrás tanto a los familiares como al Ayuntamiento.

El alcalde, Rhamsés Ripollés, pone en valor la relevancia de los trabajos. «Domingo fue durante un tiempo el máximo representante de Morella y de hecho, por ello, injustamente lo asesinaron», explica. «Todo lo que ocurrió durante la guerra civil y la posguerra ha sido y es una historia silenciada que debemos conocer, desde el respeto y la verdad, para dignificar la memoria de tantos pueblos y familias. Para trabajar ahora y siempre por la paz y la libertad», esgrime, y recuerda que el consistorio colabora con los grupos de investigación e impulsa proyectos de memoria histórica.