Comienzan las obras en una de las joyas patrimoniales más importantes de la provincia de Castellón. La rehabilitación integral del santuario de Sant Joan de Penyagolosa ya está en marcha. Después de años de espera y reivindicaciones, los trabajos que servirán para recuperar el esplendor del templo de Vistabella, cuyas dependencias llevan cerradas desde el 2018, han empezado con una fecha en el calendario, el 2024, ya que el objetivo es que las obras terminen antes de ese año.

Además de dar un completo lavado de cara al ermitorio, propiedad del Obispado de Castellón, las tareas permitirán habilitar un albergue de visitantes que tendrá 11 habitaciones de hospedería, con una capacidad de 46 plazas, además de un servicio de cafetería-restaurante, que tendrá un aforo previsto de 70 comensales. 

Las obras permitirán dar un completo lavado de cara al santuario. Mediterráneo

Como ya comentó el arquitecto responsable de redactar del proyecto de rehabilitación, Ángel Albert, la actuación tiene un carácter «conservacionista», por lo que intervienen «donde es necesario» y con tareas «minimalistas» para que «no se pierda el espíritu y el carisma de un edificio con tanta historia», aunque «tendrá una dotación y un confort propios del siglo XXI».

Como novedad, Mediterráneo ya dio a conocer que el edificio tendrá electricidad, ya que llevarán el suministro desde la subestación eléctrica de l’Alforí, y también apostarán por las energías renovables.

Así ha sido la firma que cambiará la historia de Sant Joan de Penyagolosa

Así ha sido la firma que cambiará la historia de Sant Joan de Penyagolosa David Donaire

Convenio a tres bandas

El inicio de las esperadas obras es posible gracias al convenio a tres bandas que firmaron en el histórico acto que tuvo lugar en junio del año pasado a las puertas de Sant Joan, en el que el obispo, Casimiro López Llorente, el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el presidente de la Diputación, José Martí, estamparon su objetivo común de darle una nueva vida al templo.

El presupuesto total de la intervención supera los cuatro millones de euros y está cofinanciado al 50% entre Conselleria y la institución provincial. De hecho, el presupuesto para Cultura de la Diputación incluye este año una partida de 893.000 euros para iniciar la restauración.