El Eurosol, uno de los enclaves más populares de Benicàssim, vivirá una profunda transformación que comenzará con el derribo de las instalaciones actuales y concluirá, en principio en el plazo de dos años, con la apertura de un gran complejo que contará con comercios, negocios de hostelería y de ocio.

Hace unas semanas la propietaria de la Cafetería Eurosol, Yolanda Bort, publicaba una carta de despedida de este complejo, y Mediterráneo ha querido testar la opinión de los vecinos, que por lo general tienen sentimientos encontrados. Por un lado, nostalgia por los recuerdos vividos en estas populares instalaciones durante su medio siglo de historia. Por otro, la esperanza de que tras la finalización de las obras emerja un futuro mejor en el barrio.

Hay un punto en el que confluyen la opinión de los residentes y los propietarios de los comercios adyacentes al Eurosol, que cuenta con unos 3.000 metros cuadrados en la misma playa del mismo nombre: En la necesidad de un mayor número de aparcamientos en la zona que permita la llegada de visitantes y turistas.

María Dolores Bellés y María Teresa Vila

María Dolores Bellés (i) y María Teresa Vila, junto al Bazar Pinilla que regenta la primera. MANOLO NEBOT ROCHERA

“Antes aquí la gente ni cabía por las aceras, pero ha ido a menos”

Desde el Bazar Pinilla, ubicado enfrente del Eurosol, su propietaria María Dolores Bellés confía en que el nuevo proyecto “sirva para dinamizar la zona”. Así lo explica la empresaria: “Me da pena que lo vayan a tirar todo. Me da la impresión de que lo han dejado un poco echar a perder, pero aunque los vecinos no sabemos nada, creo que estará bien darle otro aire a la zona”. Y es que su negocio, el Bazar Pinilla, lleva 40 años conviviendo con el Eurosol, por lo que la protagonista sabe de lo que habla: “Nosotros abrimos poco después de que se inaugurara el Eurosol, cuando Domingo Tárrega acabó esta finca. Hubo una época en la que aquí venía lo mejorcito de cada casa. Mucha gente de Madrid, de Zaragoza, extranjeros… ahora parece que se haya quedado como un residencial de Castellón”.

María Dolores recuerda cómo hace años “la clientela hacía cola para entrar en mi tienda, sobre todo cuando tenía frutos secos”, y afirma que “la gente no cabía por las aceras. Era una pasada. Estaba todo muy animado, con salas de fiestas y hasta toros junto al Orange. Ojalá el nuevo proyecto reflote la zona, que falta hace”.

La propietaria del citado negocio confía en que las obras “vengan bien al turismo”, mientras su amiga María Teresa Vila apostilla que “no deberían tirar el Eurosol. Allí estaba el primer bar que visité en Benicàssim y trae muchos recuerdos. Deberían haberlo potenciado más, remodelarlo, pero la estructura dejarla”. Sobre las peticiones para dinamizar la zona piden “un parque y sobre todo aparcamiento. Habría que rehabilitar un solar en la Gran Avenida para que pueda venir la gente porque si no el proyecto está llamado a fracasar”.

Consuelo y Teresa

Consuelo y Teresa rememoran algunos de sus mejores recuerdos en el actual complejo. MANOLO NEBOT ROCHERA

“De la tienda de moda nos han dicho que se van enfrente hasta 2024”

Consuelo y Teresa nacieron en Madrid, pero son tan benicenses como las que más. Cuando se jubilaron se asentaron en ‘Benifornia’, siendo asiduas al Eurosol, que conocen como la palma de su mano. Sobre el proyecto para remozar la zona afirman lo siguiente: “Estará más bonito, pero nosotras ya no lo veremos porque somos muy mayores”. Afirman estas dos vecinas de Benicàssim que el nuevo Eurosol, eso sí, “estará listo en el 2024. Eso nos han dicho desde la tienda de moda, que se irán enfrente un par de años y luego volverán”. Consuelo y Teresa admiten que “el complejo estaba un poco obsoleto, con humedades y sucio, por lo que la gente viene menos, pero es una pena que lo tiren”.

Consuelo y Teresa recuerdan que “el agua del mar llegaba hasta las tiendas cuando subía un poco la marea”, y algunos de los comercios del lugar: “Había un señor que hacía cristales con tu nombre, hamaqueros, tiendas, un pub, bares…”.

Juani

Juani, en la inmobiliaria situada frente al Eurosol, donde trabaja junto a su mascota. MANOLO NEBOT ROCHERA

“Benicàssim y el Eurosol necesitan más atractivos al margen de la playa”

Desde una inmobiliaria de la zona, Juani afirma que “es el momento de actualizar el Eurosol”, y así lo argumenta: “Está bastante deteriorado. Da un poco de pena verlo así porque es uno de los puntos más conocidos de Benicàssim, y que lo modernicen puede ser bueno”. Y es que esta empleada añade que “el pueblo necesita comercios variados, restaurantes y algo atractivo para atraer el turismo, que los últimos años por el covid se ha resentido mucho”. Juani afirma que en la actualidad “todos por aquí son de Castellón, Madrid y en menor medida de Bilbao o Zaragoza, pero extranjeros no viene ninguno porque faltan atractivos al margen de la playa. Hace años había muchos franceses, italianos, ingleses…”.

Miriam

Miriam, paseando esta misma semana por una de las zonas más conocidas de Benicàssim. MANOLO NEBOT ROCHERA

“Siempre hemos dicho que aquí hacen falta más locales”

Miriam señala que la transformación del complejo de Benicàssim “será positivo para la zona porque ahora estaba abandonado. Siempre que pasamos por aquí decimos que hacen falta más locales y seguro que viene bien que lo rejuvenezcan”. La vecina no oculta que el Eurosol “es un símbolo para la zona”, pero afirma que a la mayoría de los residentes les apetece ver cómo queda el nuevo proyecto.

Alberto

Alberto, gerente del Estanco Eurosol, atiende a este periódico para valorar el proyecto de la zona. MANOLO NEBOT ROCHERA

“Nos enteramos por la carta que se publicó en Mediterráneo”

Alberto, gerente del Estanco Eurosol, afirma lo siguiente sobre el proyecto: “Nos enteramos por la carta que publicó Yolanda en Mediterráneo”. Su opinión sobre la transformación de esta instalación es esta: “Falta algo que dinamice la zona, pero sobre todo faltan aparcamientos, que es una carencia que tenemos desde siempre”. Alberto, que tenía el estanco en la zona del Torreón en los años 70, abriendo el actual en 1982, lamenta que “sobre todo aquí había marcha los últimos años con los festivales, aunque los hoteles traían gente también durante todo el verano, pero últimamente ha ido a menos”.

Ana María

Ana María y su madre atienden a 'Mediterráneo' desde las instalaciones del popular complejo, que tiene los días contados. MANOLO NEBOT ROCHERA

“Era un sitio espectacular, con muy buen ambiente”.

Considera Ana María sobre el proyecto que cambiará por completo la imagen del Eurosol lo siguiente: “Me da pena, aunque creo que quedará más bonito y más moderno. Esto es historia y el problema seguirá siendo el de siempre, el párking”. Sobre el pasado del complejo esta vecina afirma esto: “Antes aquí había mucho ambiente, venían familias, grupos de amigos a pasar el día, a la playa y a la cervecita. Era un sitio espectacular. Yo siempre venía con mis hijos pequeños y había un gran ambiente”.

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