Cinctorres celebra este fin de semana sus fiestas en honor a Sant Antoni, tras dos años de obligado parón por la pandemia. Los actos centrales se han celebrado, casi al completo, con ligeras variaciones para garantizar la seguridad de los mismos obedeciendo a las recomendaciones sanitarias.
Así, los festejos han sido al aire libre, y vecinos y visitantes han podido disfrutar este sábado del icónico arrastre de les carrasques tiradas por caballerías. La representación de la vida del santo, que se trasladó a un particular escenario exterior, volvió a ser el preludio de la quema de la barraca.
Los mayorales acordaron cancelar la tradicional verbena nocturna que acostumbra a celebrarse en el pabellón municipal para evitar situaciones de riesgo debido a la pandemia.
Con todo, Cinctorres retoma progresivamente sus tradiciones con la esperanza de revivir este verano las fiestas patronales en todo su esplendor.