Muchos vecinos de Burriana que, como cada martes por la mañana, acudieron al mercado ambulante se encontraron con una sorpresa: los puestos de textil no estaban montados. Los vendedores han iniciado una huelga en señal de protesta por el cambio de ubicación a las afueras, prolongada por más de año y medio, que les ha acarreado pérdidas económicas debido a la escasez de ventas y piden el regreso a la localización más céntrica en el barrio de la Merced.
El Ayuntamiento de Burriana mantuvo un encuentro con representantes del colectivo para escuchar sus peticiones y emplazarles a tener un poco más de paciencia a la espera de recibir un informe de seguridad del Consorcio Provincial de Bomberos.
"Nos dijeron que después de Navidad hablaríamos, pero creo que ya hemos sido bastante pacientes"
Tal y como ha venido informando Mediterráneo en numerosas ocasiones, la reivindicación de los comerciantes viene de largo y se arrastra desde el pasado verano, momento en que, con el alivio de la normativa para evitar el contagio, solicitaron comenzar a estudiar el regreso al centro.
No obstante, el hartazgo por el paso del tiempo sin resultados ha sido el desencadenante de este parón tan drástico. «Nos dijeron que después de Navidad hablaríamos, pero creo que ya hemos sido bastante pacientes», esgrimieron.
Respaldo
"Según nuestros cálculos, solo llegan hasta la ubicación en Novenes de Calatrava un 30% de los que acudían a la antigua porque está demasiado lejos y no es cómoda"
Los puestos han dado este paso más definitivo porque se sienten respaldados tanto por los comercios del Mercado Municipal y entorno, que también han visto resentida su actividad, como por los clientes en general, que «según nuestros cálculos, solo llegan hasta la ubicación en Novenes de Calatrava un 30% de los que acudían a la antigua porque está demasiado lejos y no es cómoda», insisten.
Todas estas razones fueron el eje central de la reunión mantenida, este mismo martes, con la alcaldesa, Maria Josep Safont, y la concejala de Comercio, Sara Molina.
"Hay algunas calles del recinto como la de Ausiàs March que resulta problemática a la hora de que acudan los servicios de emergencias"
Ambas representantes coincidieron en lamentar las consecuencias que están sufriendo manifestando que comprenden perfectamente la reivindicación. La edila expuso los motivos por los que este cambio aún no se ha producido y es que «hay algunas calles del recinto como la de Ausiàs March que resulta problemática a la hora de que acudan los servicios de emergencias», por lo que la propuesta del consistorio pasa por eliminar los puestos de esa zona.
Los comerciantes no están dispuestos a ceder en ese aspecto, ya que «si volvemos, queremos volver todos sin excepción». Como alternativa, ofrecieron realizar simulacros para recrear cualquier posible urgencia y demostrar que el desmontaje de las paradas sería cosa de pocos minutos, puesto que «hemos tenido algunos sucesos como incendios o accidentes y hemos reaccionado de forma rápida», explicaron los delegados.
"Me pondré en contacto con los bomberos para solicitar, a la mayor celeridad, el informe que aún está pendiente y pondremos nuestro empeño en solucionar rápido la situación"
Por su parte, la munícipe recogió el testigo de trasladar su visión a otras autoridades municipales con el fin de llegar a un punto medio en las negociaciones. Asimismo, informó que «me pondré en contacto con los bomberos para solicitar, a la mayor celeridad, el informe que aún está pendiente y pondremos nuestro empeño en solucionar rápido la situación».