Desde primera hora de este sábado se han estado realizado trabajos de recolocación en el puente de la Bota tras el susto que se vivió la pasada noche en Morella. La Guardia Civil tuvo que cortar al tráfico el viernes por la tarde de forma provisional la N-232 a su paso por la capital de Els Ports por el peligro de derrumbe de la lanzadera del viaducto, cuyas obras para salvar las curvas del puerto de Querol encaran su recta final.

El motivo es que la máquina que se encarga de instalar las vigas en el puente se se cayó y, ante el riesgo de que pudiera desprenderse sobre la carretera, los agentes tuvieron que cortar por prudencia la circulación para prevenir cualquier tipo de incidente, lo que provocó una larga hilera de coches debajo de la faraónica infraestructura.

En la imagen se aprecia cómo el lanzavigas se ha desplomado sobre el viaducto. Mediterráneo

Dada la incertidumbre, en un principio llegó a temerse lo peor y corrió el rumor por Morella de que incluso el puente podía llegar a derrumbarse sobre la N-232.

El lanzavigas aplasta un coche

Aunque no hubo que lamentar daños personales, el lanzavigas aplasto el coche de un operario que había encima del viaducto.

Una vez comprobaron la seguridad de la plataforma y que la integridad de la estructura no corría mayor peligro, volvieron a restablecer el paso. Durante el intervalo del cierre provisional de la vía, la Guardia Civil tuvo que desviar el tráfico de forma alternativa por la CV-12, que es la carretera de Ares.

Atrapados sin poder bajar

Quienes vivieron sobre las alturas esos intensos momentos de zozobra por la posible inestabilidad de la estructura fueron dos operarios que habían quedado atrapados en uno de los apoyos del viaducto. Tras esperar durante unas horas encima de la estructura, los dos trabajadores pudieron ser rescatados por una grúa en torno a las 21.30 horas. Estaban bien.

Así estaba el lanzavigas antes de caerse sobre el puente. Javier Ortí

Nada más se dio a conocer el percance, el alcalde, Rhamsés Ripollés, se desplazó hasta el puente de la Bota para comprobar in situ el avance de los acontecimientos. «Lo más importante es que no ha habido ningún daño personal», publicó por redes sociales.

Tras este susto, el lunes está previsto que dé comienzo el remate final de las obras (la instalación de las vigas de los últimos viaductos), que se han retrasado unos días por la previsión de viento.

Imagen in situ del lugar, con el imponente viaducto al fondo. Javier Ortí