La comunidad religiosa y civil de l’Alcora despidió por todo lo alto en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción a tres monjas de la residencia Hogar Madre Rosa Ojeda que se han entregado durante años al cuidado de los mayores. Se trata de Pilar Ruiz Fuertes, que ha estado 38 años en el centro; Margarita Manso Estebanez, que llevaba tres décadas; y Patricia Vázquez López, con cuatro.

Las tres agradecieron de corazón a la parroquia, el Ayuntamiento, la Caixa Rural y el centro de salud, entre otras entidades, el excelente trato recibido desde su llegada a la residencia que cuida a ancianos y personas enfermas.

Así, las tres religiosas forman parte de la historia de los más de 50 años de presencia y servicio en l’Alcora de las Hermanas Carmelitas de San José, muy apreciadas y estimadas en la capital de l’Alcalatén, ya que la llegada de la congregación a la localidad se remonta al 21 de junio de 1968.

En la actualidad, la comunidad, a través de la residencia de ancianos Madre Rosa Ojeda, está formada por seis Hermanas Carmelitas de San José y 70 residentes, además de todo el equipo auxiliar, médico y de cocina que les atiende, formado por unas 20 personas aproximadamente.

L’Alcora en general y la parroquia en concreto demostraron con la iglesia llena su agradecimiento por la trayectoria de las tres monjas, a quienes mostraron su gratitud, a través de una misa, por su entrega y dedicación a los ancianos del centro y al servicio de la comunidad.