A través de un reciente artículo de investigación publicado en la prestigiosa revista Lvcentvm, el equipo de investigación coordinado desde el Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas de la Diputación de Castellón ha dado a conocer un importante hallazgo en el ámbito de la arqueología medieval española. Se trata de la identificación de una de las mezquitas más antiguas de al-Andalus, construida a finales del siglo VIII o inicios del siglo IX en el interior del recinto fortificado del Tossal de la Vila, en el municipio castellonense de La Serra d’en Galceran.

Mezquita Tossal de la Vila

Esta fortaleza amurallada, que se levanta imponente a casi mil metros de altura, fue erigida como vigía en la bifurcación de las dos principales vías de comunicación que, desde Valencia, se dirigían hacia las ciudades fronterizas de Zaragoza y Tortosa.

El oratorio, destinado a dar servicio a los ocupantes de este recinto, estaba enterrado casi por completo y no fue hasta el año 2017 que se pudo realizar un primer levantamiento topográfico y comprobar que se trataba de un edificio de grandes dimensiones con una orientación muy significativa. La hipótesis inicial, que planteaba la posibilidad de encontrarse ante una mezquita, se ha visto confirmada tras tres años de excavaciones en extensión que han permitido conocer al detalle toda su historia.

Mezquita Tossal de la Vila Iñaki Diéguez

Su orientación, un factor clave

En primer lugar, como ya se había observado, un factor clave para su identificación como mezquita fue su orientación en sentido sureste, aprovechando el alba durante el solsticio de verano para alinear correctamente la alquibla, el muro sagrado del edificio. Tanto este caso como el de otros oratorios pertenecientes al período islámico temprano, como los de El Molón de Camporrobles (Valencia) o La Graja de Higueruela (Albacete), indican que los métodos de orientación más extendidos en esta etapa fueron los vinculados a la astronomía popular, que se aprovechaba de la posición conocida de las estrellas en ciertos momentos del año, como por ejemplo el Sol durante los solsticios. En cuanto a la planta del edificio, disponía de una pequeña puerta de acceso protegida por un soportal techado, que servía de antesala a la nave principal de oración, de unos 60 m2, además de contar con la particularidad de disponer de dos nichos para destacar la pared sagrada hacia la cual debían orientar los rezos los creyentes, cuando lo habitual es la existencia de tan solo uno. En el interior, un espacio diáfano sin mobiliario ni restos arqueológicos de su momento de uso, con la excepción de dos pequeños depósitos de cenizas como resultado de la calefacción de la sala mediante brasas.

Mezquita Tossal de la Vila

Un gran valor científico

Los resultados de estas excavaciones tienen un importante valor científico, al tratarse de una de las mezquitas más antiguas edificadas en la península ibérica. Cabe remarcar, sin ir más lejos, que el inicio de la construcción de la mezquita de Córdoba, así como el de los primeros oratorios de las principales ciudades de al-Andalus, no se produjo hasta finales del siglo VIII, de forma contemporánea a la edificación de la mezquita del Tossal de la Vila. Llama aún más la tención su carácter precoz al localizarse el yacimiento castellonense en un contexto absolutamente periférico, a más de dos jornadas de viaje del centro urbano más cercano, la medina de Tortosa. Tanto la Diputación de Castellón como el propio Ayuntamiento de La Serra d’en Galceran, ahora también con la colaboración de la Universitat Autònoma de Barcelona, están apostando de forma decidida por la excavación y puesta en valor de este yacimiento, que ya cuenta con diversas actuaciones de musealización que facilitan una visita en la que se combina el patrimonio arqueológico y unos paisajes incomparables.

Mezquita Tossal de la Vila