La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, anunció ayer que esta semana será «clave» para buscar una solución a la reapertura de la piscina municipal, cerrada al público desde hace dos años. El Ayuntamiento planea asumir las obras pendientes y, tras este paso necesario, externalizar la gestión. Para conseguirlo, estudian con los servicios jurídicos del consistorio las mejores fórmulas y las más ágiles para rescatar el recinto deportivo.
Este movimiento llega después de que el segundo procedimiento de licitación quedara desierto, lo que conllevó un nuevo paso atrás en las aspiraciones de recuperar el servicio. La empresa propuesta para la adjudicación de las instalaciones de la piscina municipal de Benicarló --la única que se presentó a la concesión-- no aportó la documentación necesaria para formalizar la adjudicación definitiva.
Buscando "la mejor solución"
«Estamos trabajando incansablemente con el equipo de técnicos jurídicos para buscar la mejor solución y valorando todas las posibilidades legales», explicó la munícipe. En este sentido, aclaró que, en su momento, el consistorio optó por una licitación, ya que era el proceso «más rápido» pero, en vista del resultado, «nos tenemos que replantear la situación y apostar por aquella vía que permita reabrir con todas las garantías legales y en las mejores condiciones para los usuarios de la piscina».
La primera edila estuvo acompañada del concejal de Deportes, Fernando Jovaní, y ambos afirmaron que durante los próximos días determinarán cómo recuperar la piscina «lo más pronto posible». Miralles detalló que, como posibles opciones, están optar por un procedimiento abierto urgente o apostar por la ejecución de obras a cargo del Ayuntamiento y la posterior concesión de servicios.
Respecto a las 22 personas que trabajaban en las instalaciones deportivas cuando se decretó el cierre por la pandemia, el edil aseguró que «siempre ha sido una prioridad su defensa», y reafirmó que «la voluntad del equipo de gobierno no es otra que abrir la piscina».
Situación "compleja"
Ambos representantes municipales reconocieron la «complejidad» para encontrar un desbloqueo. «La situación actual afecta a la capacidad inversora de las empresas y dibuja un futuro incierto debido en gran parte al gasto energético, que se ve reflejado en la viabilidad de las firmas candidatas a asumir la gestión del complejo», aseveraron.
Los vecinos llevan desde marzo del 2020 sin acceder a la piscina, hecho que ha provocado duras críticas por parte de la oposición, así como el descontento de los clubs locales que requieren de este espacio para entrenar y el conjunto de usuarios abonados a la misma.
Desde el momento de su construcción y apertura, estas instalaciones municipales han sido gestionadas por compañías externas. Miralles hizo un breve repaso del expediente, y se remontó al 2008, «cuando el consistorio capitaneado por el PP estableció un contrato rápido de adjudicación con la empresa FCC sin fecha de finalización y, posteriormente, la mercantil demandó al Ayuntamiento solicitando un reequilibrio económico». La alcaldesa lamentó que, desde aquello, el recinto permanecía abierto, sin ejecutar las obras de renovación necesarias.
