El Ayuntamiento de Almassora ha decretado este lunes dos días de luto y las banderas ondean a media asta en homenaje a Manuel Claramonte Serra, exalcalde e hijo predilecto de la localidad, que falleció el pasado sábado.

El sepelio ha sido oficiado por Vicent Agut en una abarrotada parroquia de la Natividad y ha reunido a un sinfín de amigos y vecinos que le han despedido con un sentido aplauso en reconocimiento por su labor pública, además de en el sindicato de riegos, la cooperativa agraria y como juez de paz.

Instante en que el coche fúnebre ha llegado a las puertas de la iglesia. Manolo Nebot

Papel clave en la transición

Y es que el llaurador Manuel Claramonte ejerció un papel clave para comenzar a transición en Almassora. Con él como alcalde se despidió el franquismo y se inició la apertura política, siguiendo como máxima autoridad local durante las primeras elecciones democráticas y el referéndum constitucional, hasta la convocatoria de los primeros comicios municipales en 1979.

Curiosamente, o no, el partido que se consideraba descendiente de la mayoría política de derechas, la Unión de Centro Democrático, no le ofreció encabezar su candidatura, mientras sí lo hacía el PSOE, que por aquel entonces prácticamente aglutinaba las fuerzas de izquierda locales. Claramonte rechazó ese extremo y prefirió colaborar poco después en la instauración de un nuevo partido en Almassora, en este caso Alianza Popular, que acabaría transformándose en el Partido Popular con la fusión de otros grupos minoritarios, incluida ya una minoritaria y debilitada UCD.

Manolo Claramonte, sin renunciar a su militancia, se retiró a un segundo plano y volvió a trabajar por la agricultura desde la Cooperativa local, así como en diferentes cargos de responsabilidad en el Sindicato Central de Aguas del Río Mijares y en la Junta de Aguas de la Plana, de la que llegó a ser presidente, no en vano era un versado conocedor del sistema de regadíos y del reparto de aguas.

Decenas de vecinos han acudido este lunes a dar su último adiós a Manolo Claramonte en Almassora. Manolo Nebot

Hijo predilecto desde el 2011

Persona de talante conciliador, fue elegido Juez de Paz y reconocida su trayectoria pública con el nombramiento de Hijo Predilecto de la Ciudad por unanimidad de todos los grupos políticos con representación municipal en 2011. Sufrió un ictus en 2013 que le dejó impedido, aunque conservaba sus facultades mentales y una conversación preñada de anécdotas, muchas veces comprometidas, vivencias como cuando suministraba cohíbas al cardenal Tarancón en sus repetidas visitas a Almassora y en las que ejercía incluso de chófer personal. Una ejemplar trayectoria de servicios que jalonaba con no pocos chistes, tal era su acendrado sentido del humor.

Famosa fue aquella broma en la que se disfrazó de jeque árabe, cogió prestado un Mercedes que cargó con dos bidones que simulaban llevar petróleo y se paseó por la playa haciendo ofertas para comprar chalets e inmuebles. No caló porque todos lo conocían, y todos los que le conocían lo han despedido este lunes por última vez. Deja viuda, Rosario Castillo; hijos José Manuel y Charo; hijos políticos Raquel Álvarez y Luís Prada; y nietos Pablo y Ruth.