El Ayuntamiento de la Todolella se ha visto obligado a clausurar el ermitorio de Sant Cristòfol de la Sarañana al detectar grietas en el edificio que ponen en peligro su estabilidad. Ante estos daños, también han decidido prohibir las misas en el templo que forma parte del conjunto para evitar riesgos. Tras percatarse de los desperfectos, el consistorio ha actuado con diligencia y ya trabaja en una intervención de urgencia que cifran en más de 300.000 euros.
«Observamos las primeras grietas el pasado enero. Entonces, se colocaron unos testigos para ver la evolución del problema. Al principio quedaron inmóviles, pero durante el mes de marzo han adquirido un tamaño muy preocupante que nos ha obligado a intervenir de urgencia», indica el alcalde de Todolella, Javier Querol.
Desde el consistorio destacan que las principales obras consistirán en hacer unas perforaciones de hasta 12 metros y la colocación de unas vigas especiales para tratar de fijar el inmueble.
«Según los estudios realizados, es la mejor forma de consolidar el recinto. No obstante, todo dependerá del movimiento que pueda hacer el conjunto del terreno donde se alzan todos los edificios. El proyecto no garantiza una solución al 100% si se produjera un gran deslizamiento de fondo que afecte a toda la Mola de Roc, por lo que se volverían a mover los edificios», dice Querol.
Solicitud de ayudas
Para hacer frente a esta importante inversión, el Ayuntamiento va a solicitar apoyo a las administraciones superiores para rehabilitar este espacio, declarado bien de relevancia local (BRL). «Vamos a pedir ayuda al Ministerio y a la Generalitat», apunta el munícipe.
En este sentido, esperan recibir unos 40.000 euros de una subvención de la Conselleria de Cultura para la rehabilitación de patrimonio y quedan a la expectativa de la aportación del Gobierno central. «Sant Cristòfol de la Sarañana es un lugar emblemático en Els Ports y muy querido por los vecinos. Esperamos contar con el beneplácito del Ejecutivo central y del Consell», puntualiza el alcalde.
Rogativas afectadas de la Todolella, la Mata, Forcall y Cinctorres
Los desperfectos y la situación de riesgo de derribo afectarán al normal desarrollo de las tradicionales romerías hasta la ermita que realizan los vecinos de Forcall, Cinctorres, La Mata y los propios de la Todolella, que este año recuperarán tras dos de parón por la pandemia del covid-19. «Se podrán hacer, pero los actos serán en el exterior al no poder utilizar los espacios interiores. Solo abriremos la zona de lavabos que no se ha visto afectada por las grietas», añade.
Una ermita también marcada por la tragedia
Cabe recordar que en el albergue que forma parte del recinto del santuario de Sant Cristòfol se produjo una tragedia en febrero de 2005, cuando murieron 18 personas por intoxicación de monóxido de carbono. 65 personas habían acudido a estas instalaciones para celebrar un cumpleaños. Tras el festejo, 18 de ellas murieron por una mala combustión de una estufa. Desde entonces, no se ha vuelto a usar como albergue.
