El depositario de Els Pelegrins de Les Useres, Antonio Royo, ya ha anunciado el nombre de los penitentes que el viernes 29 de abril emprenderán el ancestral camino, tras dos años sin poderse realizar por la pandemia del covid.
Este 2022 serán Antonio Escrig García, Hector Lleo Salvador, Oscar Herrero Andrés, Raúl García Tomás, Joaquín Escrig Andrés, Pau Chiva García, Jorge Llinares Albella, Jaime Martínez Bellés, Rubén Martínez Bellés, Víctor Gil Castillo, Pau Andreu Herrero, Gabi Tomás Gozalbo y Adan Aser Soriano Gómez. La media de edad es de 31 años. El más joven es Rubén Martínez Bellés, que cuenta con 21 años, mientras que el más mayor es Gabi Tomás Gozalbo, de 52. Para todos ellos será la primera vez que son peregrinos salvo Joaquín Escrig, que ya lo fue en 1992.
Recientemente se efectuó el tradicional recorrido por las casas para ir apuntando a los peregrinos en un acto muy entrañable y participativo, a la vez que emotivo. Cabe recordar que nunca han faltado personas para peregrinar en la historia de esta rogativa.
Tras ir apuntando a los peregrinos, posteriormente el depositario, Alfredo Royo, alma mater de la organización, se reunió con los protagonistas y familiares en el Museo de los Peregrinos.
La peregrinación, como es tradición, será el último viernes y sábado de abril, que en esta edición se fija en los días 29 y 30. Se trata de la rogativa ancestral por excelencia de la provincia de Castellón, declarada Bien de Interés Cultural y cuyo camino está reconocido como Monumento Natural por la Generalitat valenciana.
El ritual
El guía y 12 peregrinos, acompañados por tres cantores, el cura, el representante del Ayuntamiento, los clavarios, el depositario, las promesas y el grupo de las Càrregues, salen de les Useres en peregrinación penitencial hacia el santuario de Sant Joan de Penyagolosa. Hacen este recorrido para demandar salud, paz y lluvia.
Sin duda, esta cita, con su ritual de cánticos, silencio, rezos y peticiones, son todo un símbolo de la religiosidad popular de las comarcas castellonenses, que se han visto envueltos de una desbordante curiosidad a través de una verdadera riada de gente que, a pesar de todo, no les ha hecho perder ninguno de los muchísimos elementos ancestrales que forman parte de la tradición.
