Dos empresas presentan sus ofertas para pujar por la gestión del restaurante-cafetería de Villa Elisa, que el Ayuntamiento de Benicàssim sacó a licitación hace semanas con el objetivo de contar con este servicio en el palacete de la playa del Voramar.
El consistorio inició la concesión del establecimiento anteriormente, pero, tras no lograr interés empresarial, mejoraron las condiciones para hacer la propuesta más atractiva.
El Ayuntamiento está a la espera de abrir el sobre económico. Y debe decidir en base a esta cantidad y a los proyectos gastronómicos y de decoración presentados por cuál de las dos proposiciones se decanta. De esta manera, procederán a formalizar la adjudicación de la gestión del restaurante durante las próximas semanas.
Buenos proyectos
El concejal de Cultura, Javier Alonso, señala que «han presentado un buen proyecto» y ahora hay que esperar todavía «un poco» para determinar cuál será el adjudicatario. Y es que uno de los aspectos que tendrán en cuenta es que disponga de una decoración acorde con el edificio histórico. Dentro de los criterios de adjudicación van a valorar el proyecto de equipamiento y decoración del local, el proyecto gastronómico y los certificados ambientales y de calidad reconocidos internacional o nacionalmente, entre otros puntos.
Además, las nuevas condiciones establecen que podrá haber terraza en tres zonas, delante de la cafetería, en la parte frontal de Villa Elisa, a la derecha mirando al mar (junto al árbol y la escultura de Ripollés) y en el paseo marítimo.
Para poner en marcha el restaurante será necesario acometer unas obras, pero Alonso confía en que pueda abrir este 2022. La intención es que este bar-cafetería pueda prestar servicio durante un periodo de unos 10 meses al año y complementar la oferta sociocultural del palacete municipal.
