El tiempo pasa despacio. La tranquilidad es la protagonista y existe una especie de simbiosis entre fauna, flora y la vida humana. En este marco, Manel Bellver, «fototabernero» según se autodefine, ha retratado las raíces de su localidad a través de 100 fotografías que hablan sobre el día a día de este pequeño municipio del interior de Castellón. Una selección de instantáneas que ha transformado en el libro Vallibona, les arrels d’un poble.
La publicación refleja a través de sus habitantes como es la cotidianidad en una población pequeña de la provincia. «He querido expresar desde la literatura mi visión de lo que es la vida en Vallibona, a través de imágenes de los que vivimos aquí», explica Bellver. Al respecto, la obra reúne retratos tomados a lo largo de los últimos diez años.
«Es una ventana de tiempo significativa que también explica la evolución del pueblo. Algunos de los protagonistas ya se han marchado, por ley de vida, pero fueron fundamentales para el presente del pueblo, porque ellos lucharon por el futuro de Vallibona», como destaca.
A su vez, recoge a los nuevos vecinos que, como el propio Bellver, han llegado en los últimos tiempos. «Vine de València hace 22 años. Buscaba escapar de la ciudad para vivir en el mundo rural y encontré el lugar idóneo», señala.
Un grito contra el éxodo rural
El libro es un grito de reivindicación. La dureza del invierno de Els Ports, con un recorrido por las imágenes de grandes nevadas. La falta de infraestructuras, con una vecina que espera la llegada de la furgoneta que trae verduras para vender. La importancia de la medicina rural, a través del consultorio del médico. La responsabilidad del trabajo desinteresado que ejerce el alcalde. El bar como centro neurálgico de la vida social en el municipio. Las tradiciones anuales, como Sant Antoni o las fiestas de agosto. Momentos de reunión y alegría compartida entre vecinos.
Son algunos de los espacios y personas que muestran como es Vallibona en estado puro. «Estas imágenes retratan nuestra cotidianidad, pero bien podría ser extrapolable a decenas de pequeños pueblos de la España vaciada con quienes tenemos reivindicaciones compartidas», comenta Bellver.
Una escasez de medios de la que el propio libro fue también víctima. «Para enviar el archivo con las fotografías a imprenta, el programa del ordenador estuvo cargando más de 36 horas, fue el colofón para explicar la dureza de la vida diaria en estas localidades», ejemplifica el autor.
Presentación este viernes, 15 de abril
La presentación del libro tendrá lugar en el Hostal La Carbonera, el próximo viernes 15 a las 18.00 horas. Sobre la elección del sitio para la puesta de largo, Manel bromea: «Es como el foro griego de Vallibona, aquí nos encontramos todos». A partir del fin de semana, se podrá adquirir en la librería Ferrer de Morella y en la propia La Carbonera, donde sus vecinos podrán encontrarse entre las páginas de esta publicación que tan bien retrata sus días y, definitiva, sus vidas.
Bellver agradece en especial al Ayuntamiento y a la Diputación que han posibilitado el trabajo. «Al alcalde, Juanjo Palomo, y al presidente, José Martí, que firma el prólogo». Mediterráneo les ofrece una selección con algunas de las imágenes que aparecen en la publicación.
