A menudo las cosas más cercanas son las más desconocidas. Un buen ejemplo de esto son los nombres. Por ejemplo, ¿qué significa el nombre que llevamos? O ¿cuál es el significado del pueblo donde habitamos? Hay una ciencia que se encarga de estas cuestiones concretas en general, la onomástica; y dentro de ella hay otra que se encarga de las denominaciones que damos a los lugares: la toponimia. 

Los nombres de las localidades cercanas a nosotros a veces son evidentes, como Castelló (aunque rara vez nos venga a la mente la imagen de un pequeño castillo cuando mentamos la capital de la Plana). En otras ocasiones hay que recurrir a la etimología, la historia o incluso la etnografía para conocer el sentido de los nombres. Y, en ocasiones, parece imposible conocer el origen del nombre porque el paso del tiempo ha borrado cualquier huella o pista que nos ayude a descifrar el misterio.  

¿Para qué sirve conocer el significado del nombre de los pueblos o de los accidentes geográficos que nos rodean? Para lo mismo que nos puede servir conocer el origen de nuestro propio nombre: con ello se aprende lingüística, idiomas distintos como el latín o el árabe, historia o etnología. Además, se entrena el razonamiento, puesto que descubrir el origen de un nombre se parece en ocasiones al trabajo de un investigador que recopila pruebas y, al final, da con la solución adecuada. Aunque tenemos que advertir que el interés del presente trabajo es sobre todo filológico, y no tanto histórico.

Descubre la etimología comarcal con este mapa interactivo:

Nuestra provincia está dividida en ocho comarcas, así que una buena manera de empezar esta serie en la que iremos desgranando los nombres de algunos de nuestros pueblos es comenzar por tener un mapa del cuadro entero. Procediendo por orden alfabético, la primera comarca que tenemos es la de l’Alcalatén, que significa los dos castillos en árabe (donde el castillo sería al-qala’a). La primera fortaleza sería la ubicada cerca de l’Alcora, en dirección a Teruel; y el segundo se discute cuál podría ser (quizá el de Llucena). 

A continuación, tenemos las comarcas del Maestrat (Alt y Baix, según estén más cerca o más lejos del mar), que toma su nombre del señor de estas tierras, que durante mucho tiempo fue el Gran Maestre de la Orden del Temple (de ahí el nombre de Maestrazgo); y cuando esta orden se disolvió por orden del papa Clemente V en el siglo XIV, todo este basto territorio pasó a manos de las órdenes de San Juan o de Montesa. 

Ríos y llanuras

El Millars es el río por excelencia de Castellón y, además de dar nombre a una comarca (el Alto Mijares), sirve de límite territorial de las de la Plana Alta y la Plana Baixa. MEDITERRÁNEO

La siguiente comarca sería el Alto Mijares, que toma su nombre del río Mijares (Millars) que, a su vez, proviene del mijo, cereal parecido al trigo pero de semilla más pequeña que cubriría sin duda los campos aledaños a este cauce fluvial, tan importante para el desarrollo de los municipios que hay en su cuenca.

Con el Alto Palancia encontramos nuestro primer problema etimológico, puesto que el origen del nombre del río no es claro. Podría venir de las pasarelas (palanques) que cruzaban el río; o de palanca en el sentido de tronco por los bosques que abundarían en las riberas. Y hay quien lo quiere hacer derivar de las raíces indoeuropeas pal-antia (laguna, río o valle ancho).

Las comarcas de la Plana (Alta o Baixa, según estén al norte o al sur del rio Millars, tiene un origen del nombre tan evidente que no precisa de comentario, pues todo indica que procede del latín planus (llano o plano).

Por último, Els Ports hace referencia a la palabra puerto que no es otra cosa que paso. Tanto el puerto de montaña como el marítimo no son sino lugares de paso entre un sitio y otro.