El chef Correa, un indiscutible de las citas gastronómicas multitudinarias de las fiestas patronales de Sant Vicent de la Vall d’Uixó, ha vuelto a preparar este viernes por la noche el plato más típico de la tradición local, el empedrao. Ha preparado hasta 2.500 raciones tanto para los comensales que se han quedado como para quienes han preferido llevárselo a casa.

El escenario, pese a que esta convocatoria se repite de forma idéntica año tras año, ha sido novedoso. Han cambiado la placeta de la ermita por la plaça de l’Assumpció. Según el presidente de la comisión, Carles García, porque «es un punto emblemático de la fiesta», donde ya organizaron la entrega de los premios Sant Vicent Ferrer.

Alta participación

Y bajo la sombra del imponente campanar, unos 70 integrantes de la comisión se han encargado de que la cena se desarrollara de manera fluida y con las esperas mínimas, aunque la masiva respuesta complicara esa circunstancia.

García asegura que los organizadores están muy satisfechos por la participación general. Un buen ejemplo, según expone, fue la cena de caldereta. «A pesar de que llovió, la gente no quiso irse, allí se quedaron cenando y la gente que hacía cola para cenar en casa, también aguantó». Y es que la espera ha sido larga, tanto que el presidente de las fiestas afirmó que «está siendo uno de los años más participativos».

Jornada intensa este sábado

Este sábado vuelven los toros, con cuatro exhibiciones --tres por la tarde y un embolado--, que comparten protagonismo con una matinal motera que se espera muy participativa y con una comida que se inició en el 2019 y está llamada a perpetuarse: la comida de las reinas y festeras actuales y de los años anteriores.