Tras su cancelación en los dos últimos por la pandemia, la romería hasta la ermita de Sant Gregori ha vuelto a reunir este lunes a miles de vecinos para celebrar esta fiesta local en honor al patrón de la población.
A las 09.00 horas ha dado comienzo la expedición desde la iglesia de San Bartolomé, un recorrido de 2,5 kilómetros hasta llegar al ermitorio. Más de 3.000 peregrinos han acudido a acompañar al santo hasta la ermita portando sus cañas y hojas de romero. En la procesión ha participado la alcaldesa, Xaro Miralles, junto a los miembros de la corporación municipal, así como la reina y su corte de honor de damas y cavallers de las fiestas patronales, la dama de la asociación Amics de Sant Gregori, Nuria Herrera, y los miembros de la entidad cultural.
Al llegar a la ermita ha tenido lugar el oficio religioso al aire libre, el almuerzo y la preparación de las múltiples paellas.
El reencuentro con la festividad “no ha podido ser mejor”, ha definido Miralles. “El día nos ha acompañado y teníamos muchas ganas de celebrar nuestra fiesta este 9 de mayo”, ha anunciado la alcaldesa, agradeciendo la labor que realiza la entidad de Amics de Sant Gregori en la organización de la jornada.
Sus miembros han cocinado distintas paellas tradicionales para repartir 2.500 raciones entre los asistentes a un precio popular de 1,5 euros cada una. La agradable temperatura y la presencia del sol fueron la combinación perfecta para que los asistentes volvieran a vivir la esencia de Sant Gregori.
Durante la jornada, los vecinos han disfrutado de la actuación del Grup de Danses La Sotà, de la música de la charanga Estrella Band y de los casi 40 puestos comerciales que se han instalado en el recinto en los que pudieron comprar, tal y como marca la tradición, pistolas de agua para los asistentes más jóvenes.