La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica recula y una semana después de que Mediterráneo denunciara que el departamento autonómico no preveía cambios en el protocolo de lucha contra la sarna, pese a las demandas del sector cinegético que reclama nuevas medidas después de constatar la muerte del 85% de la cabaña de cabra hispánica en el norte de Castellón, ahora anuncia una reunión con los propietarios de cotos de caza y agentes implicados. Un encuentro en el que detallarán las medidas desplegadas hasta la fecha, así como las iniciativas y políticas previstas para el futuro inmediato.
Y es que las posiciones entre cazadores, asociaciones del sector y el departamento autonómico, que lidera Mireia Mollà, están totalmente enfrentadas respecto a la gestión de la pandemia de sarna sarcóptica, ya que los primeros denuncian la falta de medios y la tardanza en aplicar las medidas. No obstante, desde el departamento que dirige Mireia Mollà, a preguntas de este rotativo, ahora destacan «la preocupación y el compromiso total por luchar contra este grave problema».
En este sentido, según los números que maneja la Generalitat, el avance de la sarna entre los animales es un hecho que han constatado a través de las brigadas especializadas que desde el año pasado trabajan sobre el terreno. Actualmente, la población total de cabra hispánica en la provincia es de 14.000 ejemplares, de los cuales 3.000 viven en la zona de la Tinença de Benifassà y en la comarca de Els Ports. Según destacan, «estos animales salvajes viven en el triángulo de Teruel, Cataluña y Comunitat Valenciana». Esta movilidad entre territorios afecta al control de la sarna, porque, según admiten desde la administración «en cada uno de los tres territorios administrativos se han aplicado diferentes medidas contra la sarna y en diferentes momentos».
75 muestras de piel analizadas
Para conocer el tipo de enfermedad y el número de animales infectados, la Conselleria ha realizado análisis de muestras y de animales a través de la facultad de veterinaria de la universidad CEU San Pablo. Así, durante el año 2021, se analizaron un total de 71 muestras de piel de animales que murieron con la dolencia y en 2022, se han cotejado 75 en los primeros cuatro meses del año. Por otro lado, se han hecho análisis de cuerpos completos cuando se ha encontrado un animal contagiado por primera vez en una zona que hasta el momento no ha registrado casos. Así, en 2021 se analizaron 12 cuerpos y en 2022 han sido dos los ejemplares.
El porvenir de la cabra hispánica en la provincia y más concretamente en el norte de Castellón, donde los estragos de la sarna han sido más profundos, preocupa al Consell. En este sentido, han estudiado «cómo ha sido la evolución de la enfermedad en otras zonas de España, como por ejemplo en Sierra Cazorla, que fue el primer lugar en tener una afección seria».
Previsiones
En esta línea, las previsiones que manejan indican que «tras un periodo de reducción del número de animales como el actual, la enfermedad aminorará el ritmo de contagio y progresivamente la población de cabra se volverá a recuperar». Un proceso que será lento y que los expertos cifran en, al menos, dos lustros.
Con todo, desde la Generalitat insisten en su «máximo compromiso» con el problema: «Hemos desplegado recursos económicos, humanos y científicos y seguiremos desarrollando iniciativas que ayuden a resolver el problema».
