La Vall d’Uixó lo tiene todo listo para iniciar las obras de rehabilitación y conversión de la torre de Benissahat en un centro de interpretación de la ciudad, aunque los trabajos no empezarán hasta final de año, cuando abandone el edificio la familia que reside en la actualidad en el primer piso, tal y como se concretó en el acuerdo de compra, firmado recientemente.
El Ayuntamiento ha contratado ya la elaboración del plan director, un contrato para el que han destinado algo más de 18.000 euros, siguiendo así con las directrices que establece el pla Conviure de la Generalitat, a través del cual el municipio ha recibido una subvención de 484.056 euros para recuperar el último vestigio que queda en pie de la antigua muralla musulmana de la localidad, que está datada en el siglo XII.
Como especifica la alcaldesa, Tania Baños, ese documento inicial es básico porque determinará «de qué punto partimos, qué posibilidades tenemos y hasta dónde queremos llegar con las obras».
El objetivo está claro. El equipo de gobierno quiere que esta torre se convierta en un punto de referencia informativa dentro del relato turístico del Camí de l’Aigua.
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Quien visite el edificio una vez rehabilitado podrá conocer en detalle la historia local, con una aproximación específica a las estructuras defensivas y militares existentes a lo largo y ancho del término municipal, entre las que se encuentra la propia torre, el castell d’Uixó o las alquerías fortificadas, por poner algún ejemplo más.
Otro de los contenidos principales será «el patrimonio inmaterial de la Vall d’Uixó, con la recuperación y divulgación de las tradiciones culturales o las leyendas». La nueva torre contará, entre otros espacios, con una sala multiusos en la que podrán realizarse exposiciones o charlas.
El equipo de gobierno dice apostar por la protección del patrimonio histórico-artístico frente a políticas anteriores de venta de edificios públicos
Para que todos estos objetivos sean posible, se ha planificado una reforma que incluye «la estabilización y conservación de los elementos constructivos, la accesibilidad y la visibilidad de la torre desde la plaza de la Asunción», destaca Baños, quien incidió en que esta inversión responde a la apuesta del equipo de gobierno «por la protección del patrimonio histórico-artístico», frente a políticas anteriores de venta de edificios que eran patrimonio local.
