Un juego infanti está a punto de caer al mar en Nules. Se encuentra a pocos metros de la Gola, en el Bovalar. Cuando se instaló estaba en una buena ubicación, pero como consecuencia de la paulatina desaparición de la playa, azotada por la implacable regresión marina, se encuentra en una situación comprometida. Tanto es así, que el alcalde, David García, ha dado orden de precintarlo para que nadie pueda utilizarlo y ponerse en peligro.

La solución sencilla sería retirarlo y ubicarlo en otro lugar de la playa, porque la instalación está en buenas condiciones, pero el Ayuntamiento no puede hacerlo, porque la atracción pertenece a Turisme de la Comunitat Valenciana, que fue quien lo instaló en ese lugar tiempo atrás, en una línea de costa muy distinta a la actual, no tan degradada, como remarca el alcalde.

Asegura García que «ya hemos solicitado en varias ocasiones el traslado, pero hasta la fecha no hemos obtenido respuesta y la instalación cada vez está más cerca del agua» con una amenaza difícilmente controlable, pues nadie sabe cuándo se producirá un nuevo temporal que siga arrastrando gravas hasta el punto de hacer caer la estructura. El alcalde cree que «estamos a tiempo de actuar», de ahí que insista, ahora públicamente, en emplazar a Turisme a cambiar de lugar este juego.

Desaparición de la playa

Este problema, que podría considerarse menor, «es una evidencia más», según denuncian desde el municipio, de que el impacto de la regresión en esta parte del litoral es imparable ante la ausencia de inversiones que lo frenen. Año tras año, temporal tras temporal, van perdiendo un poco más de playa y precisamente en este punto, donde se encuentra el juego infantil, ya solo quedan rocas.