A falta de playa, bueno es el río. El Ayuntamiento de l’Alcora culmina las actuaciones de adecuación en cinco tolls del lecho fluvial de la localidad que ha transformado en piscinas naturales para poder tomar el baño. En concreto, han limpiado y convertido en accesibles los parajes de la Grangeta, les Platgetes y la Volta. Así lo detalla el edil de Naturaleza, Ricardo Porcar, quien remarca que «alcorinos y visitantes pueden ya refrescarse en las limpias aguas mientras disfrutan de la variada y exuberante vegetación que posee».
Hay que recordar que, un año después de su solicitud, el consistorio consiguió hace unos meses el correspondiente permiso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para acometer estos trabajos. Así, han adecentado todo el entorno y los caminos de acceso hasta puntos con embalses, que ya se señalizaron el pasado 2021.
El edil apunta que «esta iniciativa se enmarca dentro de nuestro objetivo de recuperar el río para el pueblo». En este sentido, el Ayuntamiento ha impulsado labores de mantenimiento en este enclave y ha abierto los senderos fluviales del río y el barranco de la Solana de la Foia, que habían sido ocultados por la vegetación invasora, principalmente por la caña.
Nuevos atractivos
Mediante estas intervenciones, se ha descubierto la belleza de las antiguas zonas de baño y esparcimiento, que ahora el consistorio vuelve a recuperar, así como se incorporan nuevos atractivos a la Ruta Natural del Patrimonio Industrial.
El último plan de mejora arrancó en mayo y, a partir de ahora, ya se puede disfrutar de estos emblemáticos espacios naturales del municipio como zonas de baño y esparcimiento vecinal.
La apertura llevada a cabo desde hace dos años de los senderos fluviales del río Lucena, a su paso por l’Alcora y el barranco de la Solana de la Foia, ha contado con gran aceptación ciudadana, ya que también se han habilitado nuevas sendas y ha servido para sacar a la luz el potencial natural del lugar.
De hecho, desde el Ayuntamiento cifra en más de 1.500 personas las que han utilizado estos caminos. Han pasado alrededor de tres décadas para revitalizar estos recorridos y enclaves entrañables, de gran atractivo paisajístico, como la antigua bajada que parte desde la Cubanita.
