Ser útil para la sociedad. Hacer algo por la comunidad. Pensar que hay cosas que no gustan o no están tan bien como podrían y creer que se pueden cambiar. No son asignaturas del currículo docente, aunque sí que forman parte de un nuevo modelo educativo que nace en las aulas para llegar más allá. Ese es el fundamento de los proyectos de aprendizaje-servicio como el que ayer se presentó en la Vall d’Uixó, con la participación del alumnado de 4º de ESO del IES Honori García y el de 2º y 6º de Primaria de cuatro colegios, con la colaboración del Ayuntamiento.

Sobre la mesa una propuesta: contribuir a mejorar el paisaje urbano. Ya lo están haciendo en el IES Botànic Cavanilles y varios colegios de Primaria de la ciudad, con la restauración de la ribera del río Belcaire a su paso por el barrio la Moleta. Ahora, con el Honori, el objetivo es un solar degradado en la Colonia San Antonio.

Nueve sesiones de trabajo

Durante nueve sesiones de trabajo, en las que han contado con el asesoramiento de la cooperativa Amiga.eco, «los adolescentes han imaginado el lugar en el que les gustaría estar y lo han diseñado», como explicó ayer el concejal de Sostenibilidad, Fernando Darós, durante la presentación del APS Solars Amb Vida. Y es que, como indicó la profesora de Tecnología del instituto que ha coordinado la implicación del centro en la iniciativa, Mayte García, «los adolescentes y los niños no son los ciudadanos del futuro sino que ya pueden aportar a la sociedad».

Y... ¿qué han propuesto? Pues por una parte, van a crear una Aula Natura para acercar a la ciudadanía la realidad del cambio climático y su impacto en una ciudad como la Vall. El solar también contará con tirolinas, estructuras de troncos, cabañas a dos aguas para escalar y rocódromo. Habrá un arenero, espacios de calma y una huerta, entre otros elementos que transformarán ese enclave.