El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

COSTUMBRE ANCESTRAL

Portell cierra el ciclo de rogativas con la cita más feminista de su historia

Diez mujeres y dos hombres protagonizan la peregrinación a Sant Pere de Castellfort

40

Las y los peregrinos posan juntos en una edición histórica de la rogativa de Portell a la ermita de Sant Pere. JAVIER ORTÍ / AYUNTAMIENTO DE PORTELL

El ciclo de rogativas tuvo ayer en Portell el reencuentro con la tradición tras dos años de obligado parón por la pandemia del covid-19. Y es que los pelegrins de esta localidad de Els Ports cumplieron con la costumbre de caminar hasta Sant Pere de Castellfort.

Fue, sin duda, la edición más feminista de la historia, por cuanto la nota más destacada de la romería fue que, por primera vez en la historia, la mayoría de las participantes eran mujeres. En total, 10 de los 12 pelegrins que vistieron los tradicionales hábitos fueron féminas. «Por desgracia aún no es normal, lo será cuando ya no nos sorprenda», señala el alcalde de Portell, Álvaro Ferrer. Una realidad que, como apunta el primer edil, es la viva imagen de la buena vecindad. «Son jóvenes del pueblo, un grupo de chicas muy implicadas en la vida local. Es un orgullo ver esta implicación por hacer progresar las fiestas», asevera.

«Por desgracia aún no es normal, lo será cuando ya no nos sorprenda»

Álvaro Ferrer - Alcalde de Portell

decoration

Grupo de amigas

Las protagonistas de esta edición destacan la unión como grupo y la ilusión como principales motivaciones para dar el paso y salir de peregrinas. «Somos portellanas y queremos seguir con nuestras tradiciones», subrayan. Además, explican que da la coincidencia de que son también ellas mismas las que este año impulsan el Aplec de Els Ports. «Estamos en la organización y participar todas es una forma de hacer piña juntas y nos hace especial ilusión», explica Clara Ferrer.

«Somos portellanas y queremos seguir con nuestras tradiciones»

decoration

De esta forma, y tras el parón pandémico, la tradición se retomó ayer con plena normalidad en lo que a horarios y rituales se refiere. Eran las cinco de la madrugada, con negra noche, cuando las y los pelegrins comenzaron la romería desde Portell de una en una, separadas y en sumo silencio tal y como estipula el ritual. Desde allí caminaron hasta Sant Pere de Castellfort y tras la misa hicieron el correspondiente camino de vuelta, en un recorrido que suma más de 26 kilómetros. Regresaron a la localidad entrada la noche, acompañadas de las peanas y vecinos que les recibieron según estipula el rito de esta ancestral romería. 

Una realidad y normalidad en el 2022 que choca frontalmente con las viejas normas con las que se inauguraron algunas de estas celebraciones. Y es que, en el caso de Portell, según establecían las disposiciones que ordenó el obispo de Tortosa, Joan Izquierdo, en 1575, se prohibía expresamente la participación de mujeres

Compartir el artículo

stats