Morella se ha reencontrado con la festividad del Corpus Christi, una de sus tradiciones más ancestrales. Así, tras dos años de obligado parón por el covid-19, la representación de la degolla ha dado inicio a un completo programa de actos religiosos que se extenderán durante todo el fin de semana en la capital de Els Ports.
Este peculiar desfile es la representación del pasaje bíblico de la matanza de los Santos inocentes y constituye, sin duda, uno de los actos más representativos del Corpus morellano. Tiene sus orígenes en 1358, sólo tres años posterior al de València. Este acto nació con el objetivo pedagógico de mostrar mostrar los personajes y pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento a la sociedad. En este sentido, la degolla es la representación de la fuga a Egipto de la Sagrada Familia para salvar a Jesús de la muerte a manos de los soldados del rey Herodes. Protagonizan el desfile, montados a caballo, los tres reyes magos, el ángel con la estrella y un soldado que, con toques de trompeta, llama a la matanza. A continuación desfila la sagrada familia, con San José a pie, la Virgen y al niño Jesús que montan una pequeña burra. Junto a ellos, decenas de niños y niñas corretean mientras luchan con sables tintados con agua y colorante, ensuciándose como símbolo de la matanza de los inocentes.
Al atardecer ha llegado el turno de los gigantes y cabezudos, en uno de los momentos más queridos por la infancia. Al son de los tambores y dulzainas, con los característicos acordes que manda la tradición, estas figuras han bailado sin cesar para deleite del público.
Este domingo llegará el turno de los actos solemnes con la misa del Corpus y la procesión general. Peanas, la representación de cuadros bíblicos y la participación de los gremios tradicionales de la localidad conformarán la procesión, que cerrarán las autoridades civiles y eclesiásticas que acompañarán al Santísimo. A su vez, niños y niñas vestidos de angelitos lanzarán pétalos de flores al paso de la sagrada forma por las calles morellanas.
