Todos los esfuerzos son pocos para tratar de reducir los efectos devastadores del cotonet de Sudáfrica en los campos de Burriana. Por ello, la Cooperativa de Sant Josep presentó ayer un nuevo insectario para la cría de la mariquita cryptoleamus, un depredador natural de la plaga que, si bien no la erradica, contribuye notablemente a controlar la problemática que afecta a los naranjos de la provincia.

La contribución de 15.000 euros del Ayuntamiento y el asesoramiento de la Conselleria de Medio Ambiente, Diputación y especialistas en la técnica han posibilitado la puesta en marcha de esta instalación, que tiene como principal objetivo intensificar la lucha biológica contra el parásito, ahora que la normativa europea se ha endurecido respecto al uso de productos fitosanitarios, por lo que los agricultores no encuentran el modo de salvar la campaña.

Características

La alcaldesa, Maria Josep Safont, inauguró el insectario, que consta de dos módulos de 30 m² preparados con todas las medidas para poder albergar y criar los insectos en condiciones adecuadas, con un sistema novedoso que abre las ventanas de las instalaciones para poder conocerlas, pero evitando riesgos.

Las instalaciones cuentan con un sistema de ventanas para ver los insectos.

Los habitáculos llevan incorporados una serie de paneles informativos, tanto del ciclo de vida del cryptolaemus como del cotonet de Sudáfrica, junto con fotografías muy didácticas de otros insectos útiles contra las plagas de los cítricos. De hecho, el director de la cooperativa Sant Josep, Juanvi Moros, explicó que «la perspectiva de futuro es la de implementar la cría de otras especies en la línea de poder establecer nuevas armas biológicas».

Asimismo, el recinto surge con afán divulgativo, cara a acercar la problemática de la plaga a los más jóvenes y despertar su interés por el campo. Por ello, desde la entidad quieren establecer con el consistorio algún convenio para aproximar la citricultura a los alumnos de colegios e institutos, con el impulso de visitas guiadas.