“Pesaba más de 140 kilos y tenía unas navajas (colmillos) de dos dedos de gordo. En 30 años cazando nunca había visto un ejemplar como este”. Así define José Luis Martínez al último jabalí que cazó en la Vall d’Uixó, en concreto en la zona de Peñalba. Lo hizo la pasada noche de Sant Joan, este viernes, y asume que una vez analizado “tendremos carne para comer jabalí durante un año”.

Lo cierto es que por más que José Luis emplee la carne de este animal para preparar guisos o incluso embutidos, los jabalís están llevando de cabeza a agricultores de la zona. “Este en concreto estaba destrozando un campo de almendros. Se sube a los árboles para coger el fruto, que ahora lleva mucha agua, y rompe todas las ramas. El propietario estaba harto y llevábamos tiempo detrás de él”, asume el cazador de la Vall d’Uixó.

Más allá de los problemas que conlleva para el campo en buena parte de la provincia de Castellón, preocupa sobre manera el aumento de accidentes de tráfico provocados por estos mamíferos. “Chocar contra un jabalí normal es como hacerlo contra una piedra, pero en un ejemplar como este es como estamparte contra un muro”, asume José Luis, que tiene claro que “si se enfrenta contra un hombre puede hacerle muchísimo daño, aunque por suerte no son comunes los ataques a personas”.

Otra imagen del espectacular ejemplar de jabalí cazado este viernes.

El experto cazador asegura que en el momento actual “hay más jabalís que nunca. La población en esta zona es incalculable”, y pide que se les den más facilidades para cazarlos para así evitar la proliferación de los mismos y los problemas que pueden causar a la población: “Si nos dejaran cebarlos con comida podríamos reducir la plaga y que no hicieran tanto daño porque por ejemplo si entran en una finca con riego a goteo lo revientan todo”.

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