Les Alqueries despidió ayer sus Fiestas de la Segregación y lo hizo con el día central de los festejos. La concejala del área, Lorena Maure, destaca que el hecho de coincidir esta jornada en sábado hizo que fuera más notable que en otras ocasiones la afluencia de público a los actos solemnes que arrancaron por la misa de acción de gracias por la conmemoración del XXXVII aniversario de su separación de Vila-real, en 1985, a la que siguieron el acto institucional de ofrenda al Monolito y el disparo de una mascletà por parte de la pirotecnia Reyes Martí.
La jornada recobró ayer la normalidad desde la irrupción de la pandemia aunque el año pasado ya se celebró pero, como recuerda Maure, se prescindió del pasacalle por las medidas sanitarias.
La concejala de Fiestas realizó un balance positivo de este período festivo aunque no han sido excesivamente multitudinarias. Con todo, asegura la edila, «que quienes han participado lo han hecho con muchas ganas». Sí fueron muy concurridas las actividades infantiles organizadas por las tardes u otros actos como el encuentro de bolilleras que concentró a más de 1.000 personas llegadas de diferentes puntos de la geografía valenciana, una comida seguida de tardeo o la cena de pa i porta de anoche a la que asistieron cerca de 900 vecinos. La actuación del monologuista Óscar Tramoyeres y el baile con orquesta a cargo de Grupo Next pusieron la guinda a la programación festiva.
Aunque el programa no incluyó grandes cambios respecto a tiempos prepandemia, Maure sí destacó la incursión de una exhibición de pilota valenciana que también sirvió para enseñar esta disciplina a los más jóvenes.
