Almassora ha presentado la nueva Casa de la Cultura, un proyecto valorado en más de 2,8 millones de euros que transformará la eficiencia energética del recinto, incluirá una zona de invernadero en la planta superior y contará con ascensor. La alcaldesa, Merche Galí, y el arquitecto municipal, Fernando Zaragoza, han detallado un proyecto que incorpora 100 placas solares, baños accesibles en todas las plantas y carga de vehículos eléctricos en el exterior.

La nueva Casa de la Cultura supone una actuación integral para la que el consistorio ha solicitado 1.845.552 euros a la Unión Europea a través de los fondos Next Generation y aportará, además, más de 1.081.000 euros de fondos propios. El diseño sigue los principios de sostenibilidad, estética e inclusión para mantener el carácter tradicional de usos del edificio, que nació vinculado a la Cámara Agraria, pero adaptado a las necesidades del siglo XXI.

En la presentación del nuevo recinto también han participado los concejales de Cultura y Territorio, Javier Mollá y Carmina Martinavarro, respectivamente, que han destacado el objetivo prioritario de lograr un edificio más eficiente, ya que la sustitución del alumbrado por leds y la incorporación de control digital, así como la apuesta por aislamiento térmico permitirán reducir al 95% el consumo energético. Además, la apuesta por el verde también se materializará en un invernadero urbano de doble altura en la planta superior, que aunará tradición y biodiversidad y funcionará con riego reciclado de lluvia.

Diseño de lo que será la nueva fachada de la Casa de la Cultura de Almassora. MEDITERRÁNEO

Así, el apartado de sostenibilidad incluye la dotación de aljibe y la instalación para recuperar agua pluvial, un jardín vertical y el lucernario a través de un patio para la filtración de luz natural y una instalación fotovoltaica para 45kW. De este modo, se conseguirá un consumo «casi nulo» de energías no renovables del inmueble.

Esa apuesta por la eficiencia energética se materializará también con las actuaciones previstas en el ámbito de la envolvente térmica: aislamiento de todas las fachadas, sustitución de todas las cubiertas e impermeabilización, remplazamiento de las carpinterías exteriores por nuevos materiales, del acristalamiento por vidrio de baja emisividad térmica y aislamiento acústico.

Así será el interior del edificio tras la reforma, con la incorporación de un ascensor. MEDITERRÁNEO

«El proyecto responde al deseo de transformar uno de los edificios públicos más utilizados de Almassora, que tiene una trascendencia indiscutible en nuestra memoria colectiva y una necesidad de ampliar su funcionalidad para adaptarla a nuevos usos», ha señalado Galí.

La renovación del edificio forma parte de la solicitud municipal para participar en el Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos (PIREP) que afecta a las reformas de edificios de titularidad y usos públicos.