Han sido muchos años de espera, pero finalmente los alumnos del CEIP Iturbi de Burriana podrán comenzar el curso con unos accesos dignos. El Ayuntamiento ha finalizado las labores de construcción de una nueva calle que permitirá tener dos entradas diferenciadas al centro y no a través de un solar de propiedad municipal repleto de peligros. De este modo, también se restablece la legalidad del colegio construido hace dos décadas por la Conselleria de Educación y, desde entonces y debido a esta situación, no se había firmado la recepción de obras al estar inacabado el proyecto.

El plan ha supuesto una inversión total por parte de las arcas municipales de cerca de 480.000 euros entre el coste de los trabajos sumado a la expropiación del terreno por donde se extiende el vial. La zona cuenta ahora con espacio de aparcamiento en línea, un carril bici que conecta la avenida Jaume I con el camí l’Axiamo, mobiliario y amplias aceras. 

La alcaldesa, Maria Josep Safont, y el concejal de Educación, Ramón Monferrer, quisieron estar presentes junto a la comunidad educativa, en este momento «trascendental y fundamental tras años de justa reivindicación para dignificar y visibilizar la entrada al colegio y que, finalmente, hoy ha visto la luz», aseguraron.

Solar para la vía pública

Con todo, el terreno que sirvió de entrada provisional durante todo este periodo pasará a formar parte del servicio de Vía Pública, ubicado justo al lado del recinto. Así, ganarán un espacio de almacenaje para el servicio y, además, el consistorio todavía deberá ejecutar algunas tareas más para culminar el proyecto. Se trata de abrir una puerta hasta el patio donde se encuentran las aulas de infantil, además de unificar el suelo y elevar las antiguas puertas para evitar que se acumule agua. Según incidió el edil, «son obras menores que desarrollaremos durante el verano para que llegado septiembre ya esté reparado del todo». 

Cabe recordar que la inauguración del colegio Iturbi tuvo lugar con el anterior equipo de gobierno y que por diversos motivos no ejecutó la urbanización del entorno. Esto derivó en un continuo encontronazo con la AMPA del centro que llevaron a cabo diversas medidas de presión y manifestaciones donde alegaban las deficiencias del precario acceso.