Tras más de dos décadas de reivindicaciones y muchos temporales de por medio que demostraban una vez tras otra la falta de protección que sufría su litoral, Almenara ya puede decir que el ansiado proyecto para defender su tramo de costa es por fin una realidad. Las obras, recién finalizadas, han supuesto la construcción de cuatro espigones --de distinta longitud y ángulo-- y el alargamiento de los muros de escollera de la Gola de la Llosa y de la de Queralt.
A pesar de la larga espera que ha implicado que Costas se pusiera manos a la obra, lo cierto es que los trabajos, ejecutados por la UTE conformada por Trabajos y Contratas y Gimecons Construcciones y Contratas por un importe de 5.954.825 euros, han acabado antes de lo inicialmente esperado.
En un primer momento, el plazo de ejecución era de 12 meses, lo que, unido a la teórica interrupción de las obras por la anidación del chorlitejo patinegro, hacía que la previsión a principios de año era que los espigones no estuvieran acabados hasta principios del 2023. Pero la celeridad en el desarrollo de las tareas y la no necesidad de detenerlos por factores ambientales han posibilitado ganar tiempo al calendario y que las obras estén listas en 10 meses.
Frenar la regresión
Además de la construcción de las escolleras, el proyecto ha contemplado el relleno de material del espacio entre los espigones para empujar el mar hacia dentro y, así, ganar terreno de playa y distancia entre la línea de agua y el paseo marítimo.
Hoy por hoy, el litoral de Almenara no tiene nada que ver con el del pasado verano y es que la costa ha recuperado terreno perdido con el paso de las décadas. Sobre todo en la zona norte, donde durante muchos años había un muro de defensa del paseo marítimo y el mar creó un acantilado que solo servía para pescar. Ahora, las obras han formado un espacio superior a 20 metros, donde los bañistas pueden disfrutar del mar.
"Por fin, la lucha de dos décadas con todo un pueblo unido nos ha dado el resultado de que este mismo verano los vecinos y los turistas pueden disfrutar del sol y el baño en los tres kilómetros de litoral que tiene Almenara"
La alcaldesa, Estíbaliz Pérez, explica que, desde el inicio de las tareas, en septiembre del 2021, ha ido viviendo el avance del proyecto «con mucha ilusión y tratando de olvidar todos los malos recuerdos que nos han traído los temporales marítimos». «Pero, por fin, la lucha de dos décadas con todo un pueblo unido nos ha dado el resultado de que este mismo verano los vecinos y los turistas pueden disfrutar del sol y el baño en los tres kilómetros de litoral que tiene Almenara. Y ese es el mayor premio que un Ayuntamiento puede ofrecer a sus ciudadanos», razona.
De forma homóloga, los vecinos de la playa Casablanca, sobre todo los de primera línea, están esperanzados con el abanico de expectativas turísticas que, después de 20 años, vuelven a resurgir en esta playa. A partir de ahora también están expectantes por ver cómo se comportan los espigones en futuros temporales marítimos, aunque la estabilización de las corrientes marinas, que ha sido otro de los retos de Costas, evitará los numerosos destrozos del pasado.
El primero de muchos proyectos pendientes
La finalización de las obras de los espigones en Almenara es el primer tramo del litoral sur de Castellón en el que Costas atiende las legítimas reivindicaciones de los alcaldes y actúa para reforzar la defensa de una franja de costa provincial constantemente afectada por los continuos daños que deja cada temporal ante la falta de protección. Entre la larga lista de deberes pendientes que acumula, los próximos proyectos que acometerá el Gobierno, en función de los plazos dados hasta ahora, será en Burriana (en la zona de les Terrasses) y Almassora (en la playa Pla de la Torre). Calificados por la propia Dirección General de Costas como de prioridad alta, la redacción del proyecto salió a licitación hace unas semanas.
Las obras del espigón al sur del puerto de Burriana, a la altura de la depuradora de la Serratella, también deberían ponerse en marcha este año.