Benicàssim pone en marcha una campaña piloto para reducir el desperdicio de comida en los restaurantes. Para ello, repartirá 10.000 envases y bolsas entre los locales adheridos, de manera que puedan ofrecerlos a sus clientes para que se lleven a su casa la comida que no han consumido y así no acabe en la basura.

El objetivo es doble. Por un lado, medioambiental, para reducir la gran cantidad de residuos que se producen con la comida excedente y, por otro, económico, al facilitar a los usuarios que puedan consumir lo que han pagado en el local.

Bajo el lema Comentalízate Benicàssim, el Ayuntamiento pretende adelantarse a la entrada en vigor, a partir de febrero de 2023, de la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, que fija que los restaurantes deben entregar a sus clientes, cuando lo soliciten, los restos de comida que no hayan consumido en recipientes adecuados y sostenibles.

Según destaca la alcaldesa, Susana Marqués, «Benicàssim demuestra su firme compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, ya que esta acción impacta de manera muy positiva en la generación de residuos, debido a que logra una reducción del impacto ambiental a nivel local y sobre todo avanza en el objetivo 12 en su compromiso de producción y consumo responsables».