A partir del año 2023, los vecinos de Peñíscola que instalen en sus viviendas sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía procedente del sol podrán beneficiarse de un bonificación en el IBI del 30% por un periodo de cinco años a partir del momento de la instalación.

Así lo aprobaron por unanimidad en el pleno municipal, donde propusieron una modificación de la ordenanza fiscal reguladora de este impuesto, la principal fuente de ingresos directa de los consistorios.

La concejala de Hacienda, Dolores Bayarri, explicó tras prosperar la propuesta que con esta iniciativa pretenden «favorecer el uso de las energías renovables en el municipio para el autoconsumo, alineados y comprometidos con la implementación de la Agenda 2030, en la que se reconoce el papel fundamental que tienen las administraciones locales en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)».

Predicar con el ejemplo

El Ayuntamiento no solo quiere incentivar que la ciudadanía apueste por la instalación de placas solares en sus viviendas para establecer un modelo energético más sostenible, sino que también va a realizar una apuesta municipal para dar ejemplo y reducir la factura eléctrica de los edificios públicos.

De hecho, el consistorio anunció esta semana que en el mes de octubre está previsto que comience la instalación de placas solares en el edificio sociocultural, con una inversión de 18.000 euros.

El propósito del equipo de gobierno es que «en un par de años», según avanzó el concejal de Medio Ambiente, Miguel Castell, «todas las dependencias públicas sean sostenibles energéticamente».

Castell detalló que este primer proyecto ofrecerá suministro a inmuebles públicos a 500 metros a la redonda del sociocultural.