En la explanada de les Penyes de la Vall d'Uixó, en las horas previas a la comida de ayer, no se sabía si había más paellas o piscinas. Hacía falta mucha devoción por tan valenciana propuesta gastronómica para asumir el cargo de cocinero en un concurso al que se autoinvitó, un día más y ya van muchos, el calor más inclemente.
Pero, como se suele decir, sarna con gusto no pica, y hubo quien se metió en tarea con sincero entusiasmo para hacerse con el título de mejor paellero. El que logró el sabor más acertado fue quien cocinó para la peña Pelotaço. La presentación más atractiva fue la de la Lletuga.
La resaca de una noche de música memorable en Les Penyes en Festes se apreciaba en muchas de las caras de quienes no quieren perderse nada y sacan fuerzas de donde no hay porque una semana es una semana, y se pasa demasiado rápido. Y es que la actuación de La Pegatina, en ese mismo lugar, aunque algunas horas antes, logró el objetivo perseguido por la directiva cuando los escogieron para encabezar el cartel de conciertos: llenar y divertir.
Encierro infantil
Quienes estaban frescos como rosas y prestos a emular a sus mayores fueron las decenas de niños que se congregaron en la Plaça del Centre al mediodía para participar en el encierro infantil. Con disparo de cohete anunciador por parte de las autoridades --la alcaldesa, Tania Baños; el presidente de les Penyes, Vicent Pitarch, y el concejal de Fiestas, Lluís Diago--, y carreras que muchos de los pequeños corredores se cogieron con tanta seriedad que cualquiera diría que les perseguían toros de carne y hueso, fue uno de esos espectáculos en los que uno sonríe de satisfacción por tanta alegría reunida.
Y por la noche, al cierre de esta edición, concurso de disfraces. Un maratón festivo de órdago.
