El verano en Castellón no se entiende si no va acompañado de las fiestas de los pueblos. En la provincia, cada municipio tiene su semana grande marcada en rojo en su calendario anual.

Durante esos días las calles son sinónimo de tradición y alegría, y esto se debe en parte a que muchos familiares o vecinos que no viven durante el año en el pueblo, vuelven para disfrutar del ambiente y de sus allegados.

Esto es justo lo que ocurre esta semana en Chóvar. En las fiestas de este pueblo, uno de los platos fuertes de la programación, como ocurre en tantos otros puntos de Castellón, son los actos taurinos, concretamente la suelta de un toro embolado.

En la tarde-noche del pasado martes, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, cumplió con la tradición y fue a disfrutar de las fiestas con sus familiares: "He pasado muchos años de mi juventud con mis abuelos y mis tíos en este maravilloso pueblo de la Sierra de Espadán. Siempre es un lujo poder volver a las fiestas, con unas de nuestras tradiciones más queridas els 'Bous al carrer', cené con la mi tía, mi madre y mis sobrinos que ahora, como hacía yo de pequeño, disfrutan de las fiestas de Chóvar con mucho entusiasmo".

Benlloch acabó dejando una de las anécdotas de la jornada, ya que fue, junto a su sobrina Sandra, quien se encargó de embolar al toro que protagonizaba el acto taurino. Al recordar la escena, reconocía con orgullo que: "Acompañé a mi sobrina con la antorcha y disfrutamos de una magnífica tarde-noche en familia, recordando la emoción de mi niñez y agradecido de que mis padres y familiares me hayan educado en el amor, la pasión con nuestras tradiciones, nuestra identidad".