Cabanes también hará un estudio de sus playas, al igual que Orpesa, que aporte soluciones definitivas para la regresión que sufre especialmente Torre la Sal.
El Ayuntamiento sacó a licitación el trabajo por un importe de 100.000 euros y finalmente ha sido adjudicado por la cantidad de 70.000 a Hidtma, empresa de ingeniería y consultoría técnica especializada en estudios medioambientales, según explicó la alcaldesa, Virginia Martí.
Al concurso pujaron cuatro empresas y dos presentaron el mismo proyecto, según indicó la munícipe. El objetivo es poder empezar con la realización del estudio cuanto antes y para ello la primera edila mantendrá una reunión con los representantes de la empresa, para poder fijar todos los detalles próximamente.
«Es una línea imaginaria la que nos separa con Orpesa, tenemos 1,5 kilómetros de playa de Torre la Sal, que es la que se une con la de Les Amplàries y, después, esta con la de Morro de Gos, por lo que la solución tiene que ir en conjunto», manifestó la primera edila.
La regresión afecta en Cabanes solo a los 1,5 kilómetros de Torre la Sal, «aunque tenemos ocho kilómetros de playas, lo otro es parque natural», indicó Martí. Los vecinos del poblado de Torre la Sal siguen manifestándose para reclamar actuaciones que den solución a la regresión de su costa, ya que el mar cada vez está más cerca de las viviendas de primera línea.
Asimismo, continúa abierto el proceso para reclamar a Costas que no expropie las cerca de un centenar de casas, por entender el Gobierno que se encuentran en dominio público marítimo-terrestre. Los vecinos defienden que tienen la titularidad, algunas de hechos tienen más de un siglo de historia y han pasado por tres o cuatro generaciones de familias.
El Ayuntamiento trabaja en realizar los documentos necesarios para solicitar que este poblado, de gran valor patrimonial y compuesto por numerosas villas vintorescas mediterráneas, sea declarado Bien de Relevancia Local.
Protección
El consistorio sí lo incluye en el inventario de bienes del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como zona de importancia en el catálogo de patrimonio. El objetivo es otorgarle una protección que logre salvarlo.
Los afectados también llevan recogidas miles de firmas de apoyos y han recibido la visita de múltiples políticos. Los vecinos al mismo tiempo advierten de la gran regresión que ha sufrido su playa, que hace 50 años contaba con un gran arenal, con la orilla muy alejada. Reclaman actuaciones a Costas que frenen la aproximación del mar a sus casas.
