Con el nombre de «exhibición de trashumancia» --así aparece en el programa el acto patrocinado por la peña El Bou en las fiestas patronales de Sant Bartomeu--, Nules ha celebrado esta mañana un inédito encierro con la participación de multitud de menores --algunos de muy corta edad-- con astados reales y no carretones, en un evento inédito en la provincia de Castellón. 

Las imágenes de esta singular propuesta no han tardado en trascender, con la consiguiente polémica en muchos casos por la presencia de los niños corriendo junto a los astados. Al respecto, el alcalde, David García, defiende que el acto «es legal» y cuenta con la autorización de la Conselleria de Agricultura. Señala que «está fuera de los bous al carrer» y añade que «no hay ningún precepto en la ley que lo prohíba». García, que ha estado presente en la actividad, remarca «la seguridad» de la organización y reivindica que «hay que poner en valor el esfuerzo económico y humano que hacen las peñas» para organizar estos actos.

Normal en otras autonomías

El ganadero Víctor Navas, al frente de una empresa que se dedica a la organización de estos eventos, asegura que lleva mucho tiempo haciendo «este tipo de trashumancia» en Navarra, Aragón, Castilla la Mancha, Castilla yLeón, País Vasco y la Rioja «sin problemas». Es su primera vez en Castellón.

Reconoce que cuando estrenó la propuesta en Navarra --es pastor en los Sanfermines desde hace 17 años-- «nos cayeron por todos los lados», pero, con el tiempo, han logrado que la administración los autorice, «porque han visto que no hay nada malo» y ha ido expandiéndose. Tienen previstos 60 eventos idénticos entre agosto y octubre por España.

Remarca que los astados que participan, de algo más de un año, «no son reses bravas». De raza avileña negra ibérica, están expresamente seleccionados, según dice, para participar en este tipo de eventos donde hay menores. 

El propósito de la actividad, tal y como argumenta, es «recrear un encierro» para niños y dar así «un paso más allá» en el acercamiento de los festejos taurinos a las nuevas generaciones, «que se cansan del típico carretón».

Desde la organización de los festejos, que se enmarcan dentro de las fiestas patronales de Sant Bartomeu de Nules, insisten en que cuentan con todos los permisos y que el acto, catalogado como “exhibición de trashumancia”, estaba autorizado por la conselleria de Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

La organización: «No son 'bous al carrer'»

El director taurino de de Nules, inciden en que el evento «no tiene nada que ver con exhibiciones de reses bravas ni con bous al carrer» y así lo ha contemplado la dirección territorial de Agricultura a la hora de conceder la autorización, al tratarse «simplemente», como remarcan, de «movimiento de animales», comparable con el desplazamiento de otro tipo de ganado para participar, por ejemplo, en la Fira Agrícola de Nules, que se celebra en septiembre. La base que diferenciaría un evento de otro, insisten, es que la raza que se utiliza, avileña negra ibérica, no es ganado bravo.

Niños durante la exhibición de trashumancia de Nules. MÓNICA MIRA

Coincide con una polémica con menores y 'bous'

Este evento coincide en el tiempo con la polémica que ha generado en la localidad valenciana de Náquera la participación activa de dos menores de edad en un toro embolado, lo que ha motivado la suspensión de todos los actos taurinos por parte del Ayuntamiento de esas ciudad. Por esa imprudencia, se están tramitando propuestas de sanción de entre 600 y 30.000 euros por una infracción grave recogida en el artículo 91.14 de la citada normativa de la Generalitat.

En Nules enfatizan que lo que ha sucedido hoy en el municipio no tiene «nada que ver» con un suceso como ese, que condenan abiertamente. A su vez, inciden en que la dirección territorial de Agricultura autorizó el evento porque conocía todos los detalles de su organización, en la que «hemos tenido muy en cuenta el bienestar animal, había un veterinario presente, no les ha faltado agua, ni sombra, ni comida, de principio a fin», remarca el responsable de cumplir con la normativa taurina en la localidad.