Cientos de vecinos de l’Alcora vivieron el pasado domingo la multitudinaria procesión del Cristo, uno de los actos principales y con más fervor de las fiestas y que, desde hace 321 años, se celebra en la localidad el último domingo de agosto.

A pesar de que la programación de los festejos principales de la capital de l’Alcalatén está repleta de actos emotivos, la solemne procesión es, sin duda, el más importante para los alcorinos. Previamente, se llevó a cabo la ofrenda de flores al Cristo del Calvario, protagonizada por la reina de las fiestas, María Gasch; la dama de honor, María Escrig; la reina saliente, Eva Zafra, acompañada por su corte de honor, y otras representantes festivas, como las del 25º y el 50º aniversario o aquellas que no pudieron participar en la ofrenda en su momento debido a la pandemia del covid-19. 

Fervor y emotividad

Abrieron la concurrida procesión los músicos al ritmo de dolçaina y tabal, así como los monaguillos, a quienes siguieron centenares de fieles. Por último, se encargaron de cerrar el desfile la comitiva oficial, con el clero, la corporación municipal, autoridades provinciales, la mantenedora, las reinas y las damas, acompañadas por la Guardia Civil, la Policía Local y el pregonero de las fiestas, que desfilaron con la música de la Agrupació Musical l’Alcalatén. Es cada vez mayor la presencia de mujeres en la procesión que se posicionan en las filas del centro, muchas de ellas descalzas, con sus hijos agarrados de la mano o incluso portando en brazos a sus bebés de pocos meses. 

Tras la procesión, multitud de asistentes besaron los pies a la imagen del venerado Cristo del Calvario, entre ellos autoridades, reina, damas y sus acompañantes. No obstante, el Consejo Pastoral Parroquial realizó una llamada a la responsabilidad de todas las personas que se acercaron a la imagen del Cristo, recordando que la pandemia sigue presente y se transmite con facilidad, no siendo en absoluto recomendable tocar --y mucho menos besar-- la imagen. En su lugar, aconsejaron realizar una respetuosa reverencia dirigiendo la mirada al Cristo.

Por último, se proyectó un vídeo en la fachada de la iglesia con imágenes antiguas y actuales de esta festividad de l’Alcora.