Vall d’Alba aprovechó la celebración de sus fiestas patronales para rendir ayer un homenaje a las personas de más edad del municipio. En primer lugar, los vecinos que este año cumplen o han cumplido 90 años fueron agasajados por el Ayuntamiento en el Espai Cultural. Cada uno de los nonagenarios recibió de manos de la primera edil una placa que recuerda la efeméride. 

«Queremos, de esta sencilla manera, hacer patente el cariño y el respeto no solo de la corporación, sino de todo el pueblo, por nuestros mayores que, sin lugar a dudas, son un ejemplo para todos», afirmó la alcaldesa, Marta Barrachina.

Los homenajeados fueron Teresa Trilles Beltrán, Asunción Valles Moliner, Fernando Bernal Vicente, Bienvenida Martínez García, Josefa Segura Palacín, Vicente Ferrando García, José Vicente Ferrando Traver y José Manuel Monfort Roig, aunque únicamente los dos últimos pudieron asistir al acto. 

La jornada continuó con una misa de difuntos para recordar a todos aquellos vecinos desaparecidos, tras la que se celebró una gran comida de hermandad para los miembros de la Asociación de Gente Mayor L’Alba, que tuvo lugar en el Pabellón Municipal.

Una multitudinaria comida que se repite año tras año, y cuyo único objetivo, según palabras de la alcaldesa, no es otro que «agradecer y reconocer de manera pública el trabajo realizado, en la mayoría de los casos de manera anónima o silenciosa, que realiza el colectivo de mayores de Vall d’Alba en beneficio de todos los vecinos. Por eso, desde el consistorio trabajamos para poner en valor la labor de nuestros mayores». 

Diversas actividades infantiles y espectáculos taurinos coparon el resto de la jornada de unas fiestas que, según Barrachina, «están registrando una muy elevada participación en todos los actos que estamos programando».