Después de tres años sin poder celebrar esta multitudinaria cita, Peñíscola ha acogido la novena edición del Ciclo Indoor en su formato original, al aire libre frente a la fuente Camilo José Cela.
El Paseo Marítimo se ha convertido en escenario deportivo y solidario al recibir a más de 200 deportistas para pedalear por un objetivo común, colaborar con la investigación del cáncer infantil por la que trabaja el proyecto “Pulseras Candela”.
Los participantes, aficionados a esta disciplina de distintos niveles, han disfrutado de una jornada intensiva con clases impartidas por monitores profesionales altamente reconocidos dentro del ámbito nacional.
Hasta la Ciudad en el Mar han llegado amantes de este deporte procedentes de distintos puntos de España y Europa. El evento traspasa fronteras atrayendo a visitantes de Francia, Andorra, Asturias, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, que se suman a los de la propia Comunitat Valenciana.
Deporte ameno
Para la responsable del área de Deportes del Ayuntamiento, Dolo Bayarri, que a su vez es monitora reconocida de esta disciplina a nivel estatal, “es un deporte ameno, divertido y de poco impacto”.
La jornada deportiva ha sido una gran fiesta al aire libre “gracias a estar en un espacio privilegiado, junto al mar y frente a nuestra ciudadela”, afirma Bayarri.
El importe recaudado con las inscripciones ha superado los 2.000 euros. Además, un equipo de voluntarios del proyecto ha instalado un puesto durante el evento para vender pulseras exclusivas y recibir donaciones para la causa.
La Asociación Ciclo Indoor y “Pulseras Candela” prepararon un diseño especial con los colores corporativos como recuerdo de la cita.
