Vall d’Alba encara la recta final de sus fiestas sin bajar el ritmo de la diversión y las ganas de compartir. Casi un millar de personas se dieron cita en la ya tradicional cena de peñas, una cita que volvió a poner de manifiesto que el buen ambiente que reina en las fiestas patronales del municipio.

La avenida Vilafranca fue el perfecto escenario en el que se reunieron todos los colectivos festeros de la localidad para, junto a socios y amigos, disfrutar de un menú que se intercaló de muchas risas, bromas y mucha amistad.

La alcaldesa, Marta Barrachina, se mostró «satisfecha» por el «alto nivel de participación» que están registrando todos los actos del programa de fiestas celebrados este año». En este sentido, destacó que «la cena de peñas, con un récord absoluto de asistentes, es una buena muestra de ello, pero la participación es multitudinaria en todos los actos que hemos programado, como por ejemplo la cena de pa i porta, que tuvo lugar el pasado miércoles o el desfile de disfraces que convirtió a Vall d’Alba en un colorista carnaval el jueves».

«Nuestras fiestas se confirman como una de las citas populares que tienen marcadas vecinos y visitantes en su calendario. Somos punto de referencia, el nivel de asistentes está siendo especialmente alto en esta edición de los festejos en honor a la Inmaculada Concepción y San Juan Bautista, lo que es una responsabilidad y un orgullo al mismo tiempo, y nos anima a seguir trabajando para mejorar año tras año», dijo.

«Tenemos por delante un fin de semana para poner el punto final a unas fiestas que están siendo memorables», añadió Barrachina.

De hecho, el programa viene cargado de actos taurinos, con exhibiciones, entradas, y, sobre todo, mañana, una Noche Taurina que incluirá una exhibición de anillas, un espectáculo ecuestre y exhibiciones de recortes.