Peñíscola ha celebrado este viernes el día de la patrona con bailes, procesiones y una multitudinaria ofrenda floral. La ciudadanía ha ofrecido sus ramos de claveles blancos para vestir el manto de la Virgen y su hijo, representados con una gran estructura de madera. Más de 10.000 flores han sido las que los vecinos y vecinas han reunido, completando así la colosal Virgen de Ermitana.
Por la mañana, tras la ofrenda y la misa del día grande, en la plaza del ermitorio, dio comienzo la procesión hasta el ayuntamiento, donde el Grup Cultural de Danses llevó a cabo su tercera actuación.
Por la tarde volvieron a juntarse los dansants, llauradores, cavallets, pelegrines, moros y cristianos para culminar la jornada grande de Peñíscola en la plaza de Armas. Bailes de castañetes, bastonets y espadas, junto con las loas, fueron las actuaciones con las que los peñiscolanos honraron a su estimada Patrona en un día repleto de emoción y devoción.
La reina y su corte de honor, acompañados por el alcalde y las autoridades locales, participaron en todos los actos festivos que la localidad acoge este año con total normalidad.