El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las lluvias de las próximas semanas serán decisivas para determinar la producción de hongos este otoño

Las tormentas de agosto adelantan la temporada de setas en Castellón

Los buscadores encuentran los primeros ejemplares en una campaña que pende del hilo meteorológico

Miembros de la entidad Asmicas buscan setas en campañas anteriores en el interior de la provincia de Castellón. Javier Ortí

La temporada de setas arranca antes, pero encontrarlas en otoño, más que nunca, pende del hilo meteorológico. Tras una primavera muy seca, las tormentas de verano y las que se esperan en los próximos días dan esperanza a los buscadores, que ven cómo la campaña puede ser positiva si las precipitaciones son regulares.

Las lluvias en el norte de Castellón y montes de Teruel de finales de agosto han permitido que aparezcan los primeros ejemplares y aportan optimismo a un ciclo que se presentaba poco halagüeño. 

En este sentido, la experta aficionada morellana Magdalena Popa manifiesta que «el terreno está especialmente seco, pero las tormentas de verano del pasado mes le han ido muy bien». «Si persisten los aguaceros y las temperaturas comienzan a ser un poco más suaves, podremos tener una recolección micológica buena», indica. 

De manera similar se expresa el vilafranquino Raúl Monfort: «Hay que esperar, pero si no siguen entrando tormentas, el monte no estará en las condiciones óptimas para las setas». 

Según recalcan ambos buscadores, las precipitaciones y las temperaturas registradas a partir de mediados de agosto son las que más influencia tienen en el inicio de la temporada. «Si ya casi a mediados de septiembre no llueve más y con regularidad, puede ser un fracaso. Sin embargo, si se cumplen las previsiones, puede ser buena. Ahora nos jugamos la explosión micológica que si se prevé en zonas de Teruel», explica Popa.

Otro factor clave será que el otoño sea lluvioso. «Las setas necesitan de mucha humedad y que bajen los termómetros, porque lo vivido los últimos meses no es normal. Es la fórmula para que el tiempo de hongos se alargue y sea productiva», indica la morellana. 

Fiebre del robellón en el 2021

Hay que recordar que en la última temporada de setas, en otoño del 2021, se produjo una auténtica fiebre del robellón. Fueron miles los buscadores que se desplazaron al interior de la provincia y a los montes de Teruel durante los fines de semana. De hecho, el año pasado, la campaña micológica fue particularmente buena a nivel general. 

Además, otro aliciente que multiplicó la cifra de visitantes en comarcas del interior fue el reencuentro de muchos buscadores con la montaña después de las dificultades que se vivieron en el 2020, motivadas por las restricciones de movilidad que se implantaron por la pandemia del covid-19. 

A día de hoy, aficionados y expertos amantes de los hongos miran al cielo para que lleguen las ansiadas precipitaciones que faciliten las condiciones necesarias para la eclosión de las setas. 

Compartir el artículo

stats