L’Alcora tiene un reto: consolidar un modelo urbano inclusivo y accesible. Para el gobierno municipal la movilidad es una prioridad. Por este motivo, en los últimos años está afrontando importantes retos urbanísticos dirigidos a recuperar los espacios públicos y sus calles para los ciudadanos.

En este sentido, dar respuesta al desafío del nuevo desarrollo urbano ha llevado al consistorio a ensanchar aceras, remodelar calles, peatonalizar plazas, rebajar pasos de peatones, recuperar espacios deteriorados, así como adquirir o derribar casas en ruinas.

Para el alcalde, Samuel Falomir, «es necesario apostar por un claro cambio de modelo de ciudad, una ciudad del siglo XXI, con proyectos que pongan a los ciudadanos en primer plano, que mejoren la accesibilidad, la seguridad, la sostenibilidad y las condiciones de uso del espacio público».

Dos claros ejemplos son los proyectos de reforma integral de las calles San Francisco y Arzobispo Gasch y las plazas del Ayuntamiento y del Convento, y el de la calle Enrique Grangel Girona. Han sido las obras urbanísticas de l’Alcora más importantes de, al menos, las últimas dos décadas.

«Con valentía afrontamos estos dos retos porque, a pesar de ser actuaciones de gran envergadura que acarreaban molestias en su ejecución, teníamos claro que iban a mejorar de forma muy notable la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, como así ha sido», destaca el primer edil

Remodelación de la plaza del Ayuntamiento

El proyecto de remodelación de las calles San Francisco y Arzobispo Gasch y plazas del Ayuntamiento y del Convento finalizó en el 2017. Las intervenciones de mejora en las plazas dieron como resultado espacios más abiertos, accesibles y funcionales para toda la población. Por lo que respecta a las calles, los trabajos consistieron en la ampliación de las aceras --pasando de 50 centímetros a 1,82 metros--, la renovación de los servicios existentes, red de agua potable y de saneamiento, la puesta en marcha de una red para pluviales --que no existía-- y el asfaltado.

Ambos viales pasaron a ser de dirección única, lo que permitió ensanchar considerablemente las aceras, mejorando la accesibilidad y la seguridad de los peatones y, a la vez, potenciando esta transitada zona del municipio.

Actuación en la calle Enrique Grangel Girona

Lo mismo ha sucedido con el proyecto del vial Enrique Grangel Girona, ejecutado este año, otro de los grandes retos urbanísticos de l’Alcora. La actuación ha servido para mejorar la accesibilidad, la seguridad y las condiciones de circulación, tanto para los viandantes como para los vehículos.

La calle tenía una estructura antigua, con aceras muy estrechas que impedían o dificultaban la circulación de las personas, obligando a que tuvieran que hacerlo por la calzada. Además, presentaba varios estrechamientos y era de doble sentido. De este modo, se ha llevado a cabo la renovación de la calle, optando por redistribuir los espacios ocupados por peatones y vehículos. Para ello, se ha ampliado la anchura de las aceras y la calzada ha pasado a ser de dirección única para el tráfico rodado. 

Imagen de la renovada calle Enrique Grangel Girona, el último vial importante que ha mejorado el consistorio alcorino. Javier Nomdedeu

El munícipe indica que las anteriores aceras eran «muy estrechas», lo que dificultaba el paso de más de un peatón al mismo tiempo y de personas con movilidad reducida, carros de bebés o carros de la compra. «Esto hacía que tuviera que invadirse en muchas ocasiones la calzada, con el peligro que acarreaba», tal como detalla.

Rebaje de aceras en pasos de peatones

Otra de las prioridades del consistorio para mejorar la accesibilidad y eliminar las barreras arquitectónicas existentes, cara a consolidarse como una ciudad más amable e inclusiva, es el rebaje de aceras. El Ayuntamiento de l’Alcora ha adaptado a lo largo de esta legislatura 80 pasos de peatones en diferentes zonas de la localidad. El objetivo, según avanza el primer edil, es acabar el mandato con alrededor de 100 pasos de peatones con las aceras rebajadas.

Derribo de inmuebles

A estas intervenciones de mejora de la accesibilidad se unirán próximamente nuevas actuaciones en las calles Peiró y José Gil del Castillo, entre otras. Al respecto, Falomir recuerda que el consistorio ha adquirido inmuebles en estos viales con la finalidad de derruirlos y realizar distintos proyectos, principalmente para mejorar la accesibilidad y la seguridad, a través del ensanche de aceras.

«El objetivo principal es mejorar el entorno urbano y hacer una ciudad más accesible, garantizando el tránsito de personas con discapacidad o con movilidad reducida», manifiesta Samuel Falomir.

Recuperación de espacios para vecinos

El alcalde comenta también la recuperación de espacios degradados, como solares abandonados, para el uso y disfrute de la ciudadanía. Como ejemplos recientes, cita los proyectos de construcción de dos zonas verdes, una de ellas en la calle Camino Norte y la otra en la avenida Cortes Valencianas de la capital de l’Alcalatén.

Plan de Movilidad Urbana Sostenible

«Es fundamental llevar a cabo una planificación ordenada, seguir una hoja de ruta y no improvisar, pensando en el pueblo que queremos, un pueblo para las personas, accesible y seguro», remarca el primer edil de l’Alcora. En este sentido, el alcalde recuerda que el consistorio está inmerso en la preparación del que será el primer Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de la localidad.

La finalidad del mismo es mejorar la accesibilidad, la competitividad y la sostenibilidad en los desplazamientos que se lleven a cabo en la capital de l’Alcalatén. De hecho, tal y como argumenta el munícipe, el plan abarcará todos los aspectos que están relacionados con la movilidad y la seguridad: desde la movilidad activa y viaria, al tráfico, el aparcamiento, la carga y descarga, el transporte público y los efectos medioambientales, entre otros.