Cinco municipios de Castellón cambiarán de comarca en la nueva delimitación cartográfica prevista por el Consell para el 2023. Tras el precedente de Vilafranca, más cerca de pertenecer a Els Ports y abandonar formalmente l’Alt Maestrat, otros cuatro pueblos seguirán su camino, si bien en esos casos serán incluidos en la comarca que deja Vilafranca. 

La confirmación llega de la dirección del Institut Cartogràfic Valencià. Se trata de Atzeneta del Maestrat y Vistabella del Maestrat, que pese a esta coletilla actualmente se incluyen en l’Alcalatén y tras años reiterando pertenecer a l‘Alt Maestrat --como publicó Mediterráneo--, por fin han visto atendidas sus peticiones. Y Benafigos, que forma parte de l’Alcalatén; y la Serratella, en la Plana Alta

Así quedará el nuevo mapa comarcal en la provincia Mediterráneo

«Es una noticia que cambiará la historia del pueblo. Nos incluirán en la comarca a la que pertenecemos, l’Alt Maestrat. Confiamos en que sea un primer paso para normalizar nuestra pertenencia a todos los efectos, incluidos los administrativos», apunta el alcalde de la Serratella, Alfonso Arín. «Nosotros pertenecemos al partido judicial de Albocàsser, estamos en la Mancomunitat de l’Alt Maestrat, pero nos sitúan en la Plana Alta, lo que no tiene ninguna lógica», añade el primer edil. De hecho, recuerda que hace unos años no pudieron acceder a una subvención dirigida a municipios del interior, porque consideraron que al estar en la Plana Alta eran «de costa, es un agravio».

Según recoge el Centre de Estudis del Maestrat, en el siglo XIV en el Reino de Valencia recibió el nombre de Maestrat un extenso territorio del sector norte de la actual provincia de Castellón, tomándolo del maestre de la Orden de Montesa a la cual perteneció. Así pues, la denominación comarcal y la unidad histórica del territorio procede de la jurisdicción que tuvieron durante siglos los maestros de la Orden de Montesa. Y la Serratella estaba dentro.

Por su parte, los munícipes de Vistabella y Atzeneta también muestran su satisfacción, ya que «por razones culturales e históricas» no tenía sentido su inclusión en l’Alcalatén. El acontecimiento histórico clave para solicitar su pertenencia en l’Alt Maestrat se remonta a 1316, cuando se unieron a la Setena de Culla, una agrupación de municipios con intereses económicos y ganaderos comunes, que funcionó hasta mediados del siglo XIX y agrupaba a Culla, Benassal, Vistabella, Benafigos, Vilar de Canes, la Torre d’en Besora y Atzeneta. Más tarde, cuando se delimitó la provincia en comarcas, decidieron agruparlas en l’Alt Maestrat, excepto a Vistabella, Benafigos y Atzeneta.