El Ayuntamiento de l’Alcora y los empresarios de la zona de la CV-16 en la capital de l’Alcalatén aplauden el compromiso de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad para buscar una alternativa al proyecto del carril bici que cruza la zona industrial del municipio por la citada carretera, debido a la peligrosidad que genera, y dejarla prácticamente como estaba antes, ya que las obras de redistribución de la calzada y del ciclocarril dificultan el tránsito de camiones.
Como avanzó Mediterráneo en su edición del domingo, el departamento autonómico que lidera Rebeca Torró seguirá trabajando «en la línea de lo que demanda el Ayuntamiento y el propio sector cerámico sobre las obras del carril bici», reivindicación que consiste en restablecer la carretera como estaba antes de la ejecución del ciclocarril y modificar el plan.
«La Generalitat cuenta con toda nuestra colaboración para restablecer dicha carretera por el bien de l’Alcora, en general, y su trascendental sector cerámico», apuntó ayer el alcalde, Samuel Falomir. La ciclovía conecta Castelló y la capital de l’Alcalatén, desde el centro penitenciario hasta la entrada a l’Alcora, a la altura de la empresa Esmaltes. Pero cuando llega a la zona industrial de Foyes Ferraes, que concentra numerosas industrias y talleres relacionados con la cerámica, se estrecha, al pasar de dos a tres carriles.
Desde que empezaron las obras son muchas las empresas, por no decir prácticamente todas las firmas del sector cerámico alcorinas, las que criticaron la actuación del Consell, de forma especial las del área Foyes Ferraes, donde se concentran algunas de las factorías más relevantes de l’Alcora como Torrecid, Vives, IberoAlcorense, Ceracasa y Azteca.
Peticiones del sector
Por ello, además del consistorio, los empresarios de la zona han reivindicado en reiteradas ocasiones una solución. Uno de ellos es Vicente Paús, en representación de Azulejos Suap. «La eliminación del carril bici sería una buena noticia. Con el déficit de infraestructuras que tenemos en la ciudad azulejera es muy complicado añadir un carril bici en nuestra principal vía de comunicación, porque es de doble sentido y con mucho tráfico pesado. Lo único que provoca es mermar la capacidad de trabajo de la industria alcorina», apuntó.
Además, Paús añadió que «los transportistas se han quejado mucho por la estrechez de la vía, porque es inaceptable para ellos tener que invadir la calzada contraria, subirse por los arcenes e, incluso, tener que rozar con otros vehículos por la estrechez que produce el carril bici en esta carretera».