El patrimonio artístico de la humanidad está lleno de ejemplos de la relevancia que ha tenido el mecenazgo en la historia. Sin las aportaciones económicas de estos padrinos pecuniarios --por lo general personas acaudaladas y poderosas--, multitud de artistas nunca habrían llegado a adquirir la relevancia que en su momento y siglos después se les reconoce.
Y sus obras, las que consideramos imprescindibles hoy en día, simplemente no habrían existido por lo que, más allá de los intereses de cada cual para hacerlo, ese legado ha escrito la historia del arte universal tal y como la conocemos a día de hoy.
Ese modelo, el de financiar el arte en sus diferentes expresiones, sigue vivo en pleno siglo XXI en una variante democratizada, pues no hace falta tener una gran fortuna para contribuir a la preservación del patrimonio. Una vez más, se demuestra aquello de que pequeñas aportaciones pueden lograr grandes cosas. Bien lo saben en la Vall d’Uixó y Nules, donde sendos proyectos de mecenazgo vinculados con su patrimonio están obteniendo una destacada respuesta de la ciudadanía.
En la Vall han pedido contribuciones para financiar las tejas de la cúpula restaurada en la iglesia de la Asunción, y en Nules para recuperar el órgano de la parroquia de San Bartolomé (datado en 1563) y que los bombardeos de la guerra civil destruyeron e hicieron desaparecer.
A un precio de 20 euros por teja, las contribuciones para la cúpula de la Asunción han superado ya la mitad de las unidades ofertadas en las pocas semanas que la campaña impulsada por la parroquia está en marcha. En la última actualización, realizada a fecha de 15 de octubre, de las 3.120 unidades disponibles, 1.896 ya tenían un mecenas confirmado.
En el caso de Nules, con un presupuesto de ejecución superior (393.371 euros) y una amplia posibilidad de aportaciones que oscila desde la mínima, que son 50 euros por un tubo, a la máxima de 37.500 por un registro entero, ya se ha alcanzado la mitad del presupuesto. El plazo de participación, recuerdan, finaliza el día de Sant Vicent del 2023, cuando se iniciará su construcción con un plazo de ejecución de dos años.
El futuro órgano estará ubicado junto a la representación de la Última Cena de Traver Calzada, visible desde el acceso al templo parroquial por la plaza Mayor. Y será así, en uno y otro municipio, gracias a pequeños mecenas que están haciendo historia.