Benlloc rendirá homenaje este fin de semana a su producto estrella, el vino, con su tradicional fiesta de la vendimia, que cumple ya su octava edición, y que hará que la localidad sea el epicentro vinícola de toda la provincia.
Aunque las restricciones de la pandemia no impidieron el año pasado que el municipio celebrase la muestra, el festival Viniterrània promete esta vez más actos y más variedad al ser una edición ya completamente normal, en la que las catas de vino y la música maridarán a las mil maravillas.
La Festa de la Verema comenzará este viernes a las 19.00 horas con la puesta de largo de la carpa del vino, que será el punto de encuentro de las actividades. Una hora después, tendrá lugar la clásica punxà de la bota, con la que Benlloc «abrirá el nuevo año vinícola, con la esperanza de que el entrante sea aún mejor en cuanto a calidad», comenta el alcalde, Àngel Ribés, que confía en que si el pasado 2021 la feria ya fue «un éxito de participación», en esta edición superen el número de asistentes al no haber ya ninguna limitación.
Y es que el vino es un gremio esencial para la economía local, ya que, como explica el primer edil, «cada vez más gente trabaja de este sector en el pueblo». «En Benlloc tenemos cinco bodegas, por lo que son muchos los empleos que generan directa e indirectamente», razona Ribés.
Productos de proximidad
Más allá del vino, que será el protagonismo absoluto durante la muestra, no faltarán los característicos puestos gastronómicos, con quesos, artículos cárnicos, repostería o turrones, de manera que Viniterrània exhibirá también el músculo de los productos de proximidad, con comerciantes venidos de municipios de los alrededores.
Habrá música los tres días (a destacar los conciertos de Trocamba Matanusca este viernes por la noche y el de The Dance Crashers este sábado) y actividades infantiles. Como final de fiesta, sobresale el domingo la cata popular de vinos blancos comentada por un enólogo, con vinos recién hechos y embotellados para la ocasión.
