Aunque dicen que no hay dos sin tres, el encierro de este sábado, el último de la Fira d'Onda, ha sido mucho más rápido y directo (en total 4 minutos y 5 segundos) que los dos anteriores (de 48 y 28 minutos, respectivamente) y, en líneas generales, ha dejado un buen sabor de boca entre la afición en el broche a las carreras taurinas de las fiestas.
Pese a ser tradicionalmente una ganadería con un encaste complicado, con toros díscolos y que van más a su aire, curiosamente los seis ejemplares de Tomás Prieto de la Cal han protagonizado hoy el encierro más sencillo de toda la Fira, con la manada bien agrupada y unida durante la mayor parte del recorrido. Sobre todo comparado con el de ayer, cuando la manada se rompió por completo al quedarse un toro rezagado y no seguir al resto.
De hecho, el único momento en el que toros y cabestros no han estado alineados ha sido al principio de todo, en los mismos corrales, cuando la mayoría han salido con el disparo de los tres cohetes, pero tres toros se resistían a abandonar el lugar. La manada ha tenido que volver a por ellos para azuzarles y no ha sido hasta los 47 segundos cuando todo el tropel ha salido de los corrales.
Hermanamiento
La tónica que ha imperado durante todo el encierro es de mucho hermanamiento, ya que el bloque ha permanecido unido y compacto a medida que avanzaban el abarrotado recorrido. Solo en el tramo final, llegando a la curva de Sant Miquel, un toro se ha distanciado unos metros por delante de la manada, aunque por poco tiempo.
Al haber tal cantidad de corredores en el itinerario, lógicamente han habido varias caídas en la calle Ecce Homo, pero la sensación es que ha sido un encierro mucho menos accidentado y con menos problemas que el de ayer (la mañana del viernes dejó tres cornados) y limpio, sin incidentes graves.
Amago de alargarse otra vez, pero no
Toda la manada ha ido a una tanto en el Pla y en el Raval y a los 2.55 ya estaban todos dentro de corrales menos uno. Cuando parecía que el encierro iba a dar a su fin, un Prieto de la Cal ha cambiado de opinión y ha preferido permanecer un ratito más en la plaza. El pensamiento entre los aficionados es que nuevamente iba a alargarse un día más el festejo, al igual que los dos días anteriores.
Para no extender la carrera más de lo debido, un mozo lo ha rodado brillantemente y al minuto 4.05 ya estaba dentro junto al resto de sus hermanos para dar fin al encierro.
Ambiente más que multitudinario
Al ser sábado, la previsión es que lógicamente hoy fuera el día con mayor afluencia de los encierros en Onda, pero, tal como coinciden muchos aficionados que lo han vivido en directo, ha sido de los días en los que más gente (llegada de toda España e incluso de Francia) ha habido en la localidad en días de encierro.
El recorrido estaba a rebosar por los cuatro costados y no había prácticamente un hueco para resguardarse en los cadafales. La sensación compartida es que ha sido un acierto el encadenar de forma consecutiva en tres días seguidos los encierros (antes solía haber un día de parón entre medias), porque muchos aficionados vinieron el miércoles y a buen seguro se quedarán hasta este domingo.
