La temporada de la trufa negra, tuber melanosporum, se iniciará oficialmente, tal y como manda la tradición, este martes, 15 de noviembre. Pero las previsiones entre los buscadores y comercializadores del preciado hongo no pueden ser más pesimistas, para un curso trufero que se prevé escaso y con precios disparados.
La larga sequía del verano y las altas temperaturas registradas a lo largo del año han imposibilitado que el hongo haya podido completar su ciclo de crecimiento y maduración. Ni siquiera las lluvias de las últimas jornadas, intensas en algunos puntos de la provincia pero escasas en otros, hacen prever una mejora de la campaña, ya que llegan tarde.
«La trufa silvestre va a ser prácticamente inexistente. Será pequeña y de poca calidad», apunta el experto trufero Javier Segura. Una línea también defendida por el también profesional del sector Jorge Membrado, quien explica que «en primavera, el terreno estaba perfecto en el norte de Castellón para el inicio del ciclo de producción, pero la rigurosa sequía estival ha imposibilitado el crecimiento de estos hongos».
Unas estimaciones compartidas por el buscador de Ares Juli Bayot. «He salido con los perros y después de pasar por más de una docena de truferas solo ha marcado en una y eran muy pequeñas», ejemplifica. Para Bayot, en la trufa silvestre todo queda fiado a las partes del territorio que pudieron registrar alguna tormenta estival. «En algún lugar muy concreto en el que entró algo de agua durante el verano podremos encontrar alguna pieza, pero por lo general será un desastre», argumenta.
Plantaciones
Las plantaciones serán las que salvarán la papeleta y la temporada. «Si se han regado y cuidado los cultivos va a ser la única esperanza de este año y del futuro en las comarcas del interior castellonense», señala Segura. En este sentido, Membrado explica la necesidad de diferenciar ambos tipos porque «son realidades diferentes en todos los sentidos». Así, según detalla, «tanto en tamaño como en precios, la silvestre y la de plantación no las podemos seguir comparando», sostiene.
Por su parte, el sector de la hostelería y la restauración aguarda el arranque de la temporada oficial para comprobar en qué líneas se mueven los precios este año y que, en principio, se prevén astronómicos. A este respecto, se manifiesta el reconocido cocinero morellano Avelino Ramón, del restaurante Daluan. «Vamos a esperar unas semanas a que la trufa esté más madura. En enero tendremos el menú dedicado al oro negro, por el momento vamos a ver cómo comienza el mercado en relación a los precios, que ya nos adelantan que serán altos, y también en la calidad del producto.
El precio, una incógnita
Y es que saber cuánto llegará a pagarse por la trufa del interior castellonense antes de iniciarse la temporada «es imposible», sostienen los expertos. Sin embargo, todo apunta a que será un curso que podría ser «de récord», en cuanto a los precios. Esta primera semana las partidas van a salir en torno a los 200 euros el kilo, según las previsiones de los especialistas.
Sin embargo, «a medida que se acerque la Navidad y el mundo de la gastronomía comience a interesarse por el producto se dispararán», adelanta Segura. Así, las previsiones del mercado español marcan una clara tendencia al alza dada la gran demanda que se augura tanto en el país como en la vecina Francia, principal cliente del producto a nivel europeo. «Es pronto para adelantar cifras, tenemos que esperar, pero será el mercado francés el que determinará los precios», detalla Membrado.
